Obra del jurista Juan López de Palacios Rubios (14509-1525?) en la que el autor, más que como el filósofo que en algún instante pretende ser, se manifiesta siempre como el doctor en leyes de espíritu práctico y preocupación moralizadora, que quiere justificar y alabar los actos valerosos, mostrando lo que en ellos hay de útil para la sociedad y poniendo de relieve su aspecto ético. Abundan en la obra los ejemplos tomados de la historia sagrada y profana, ilustrando el minucioso análisis que consagra al heroísmo militar, procurando siempre ensalzar sus virtudes a la luz de la moral. Agudos pasajes a lo largo de la obra revelan asimismo al observador atento al estudio de la psicología individual y colectiva. Esta es la obra más literaria del autor, que en el terreno más específico de las leyes goza de justa fama por su activa colaboración en la redacción de las Leyes de Toro y por sus acertados juicios acerca de la política y actitud españolas en las Indias, que obtuvieron para López Palacios la admiración y confianza de Las Casas y Cisneros. El lenguaje de la obra es elegante y expresivo, abundando en graciosos arcaísmos.