Tragedias, Marco Pacuvio

Poco más cíe unos doce títulos de tragedias nos quedan de la obra dramática de Marco Pacuvio (220-130 a. de C.), de los cuales doce son de argumento griego, llamadas, por el calzado del actor, coturnadas: Antiopa, El juicio de las armas [Armorum iudicium], Atalanta, Crises [Chryses], Orestes esclavo [Dulorestes], Hermiona, Iliona, El hijo de Medea [Medus], El baño [Niptra], Peribea [Periboea], Teucro [Teucer], y una solamente de árgumento romano, llamada, por la toga actor, «pretexta»: Paulus.

En dominan los argumentos del ciclo de Troya, con desarrollos de motivos de\la épica y de la tragedia griegas. En una de éstas, en el Teucro, el protagonista regresa a su patria Salamina después de los famosos diez años de sitio de la ciudad de Troya. Su padre Telamón está indignado con él, puesto que no ha traído consigo a su hermanastro Ayax. Algunos amigos suyos creen que para apla­car fácilmente al anciano rey basta la na­rración de los acontecimientos tal y como se desarrollaron; pero se equivocan: el rey, después de echar a todo el mundo,\acusa a Teucro de haber traicionado y abandonado a su hermano, sin pensar en su padre, que, ahora, en el umbral de la muerte, cuando más necesitado está de afecto, se ve cruel­mente herido en su amor paterno. Maldice a Teucro y lo destierra, con la orden de que embarque acto seguido. En vano éste se defiende; sus justificaciones, aunque cier­tas, no son admitidas; al día siguiente, bus­cando una nueva patria, surca nuevamente, el mar inmenso.

Esta tensión trágica de las\ coturnadas se encuentra también en la «pre­texta» Paulus, con la que se quería levantar un monumento de gloria imperecedera a los Emilios Paulos, y de un modo particular a Lucio Emilio Paulo, el Macedónico, que precisamente en aquellos años, con la ba­talla de Pidna (168) y con la censura (169- 164), había llegado a ser uno de los más ilustres hombres de Roma, hasta el punto de despertar la envidia de sus rivales políticos y caer víctima de la ingratitud romana. Si el ideal trágico  de Ennio, entreverado de elementos racionalistas euripideos, no había sido expresado tanto en la producción escénica como en el gran drama de la epopeya romana, celebrada en los Anales, Pacuvio, hijo de una hermana de Ennio, muy afín a él por patria y sangre, dio nuevamente a la tragedia lo que su tío había trasladado de la tragedia a la épica: la solemnidad reflexiva y grandilocuente, del personaje dramático según el estilo de Sófocles.

F. Della Corte

Pacuvio, ilustre por la gravedad de sus sentencias, la prudencia de sus palabras, la dignidad de sus caracteres. (Quintiliano)

Es un singular ejemplo de pintor poeta, que cultivó a la vez las dos artes; a la tragedia dio lujo decorativo, riqueza episódica y abundancia de tonos y de colores fuertes, que gusta con mucho no solamente al público, sino también a eruditos como Varrón, quien señalaba como carácter propio de Pacuvio sus «ubertas», y a escritores como Cicerón, que consideraba a Pacuvio como el gran trágico de Roma. (C. Marchesi)