[Agís tragédiája]. Tragedia del húngaro György (Jorge) Bessenjei (1747-1811) que, publicada en 1772, fue un eficaz comienzo de incitación y renovación de las energías nacionales. El argumento se deriva de una de las Vidas paralelas (v.) de Plutarco («Agides»), ya dramatizada por Alfieri (v. Agides) y por el alemán J. Chr. Gottsched.
Agides y Cleombroto, jefes democráticos de Esparta, quieren libertar al pueblo de la dominación de la plutocracia y para ello exigen la restauración de la ley de Licurgo sobre la igual distribución de los bienes. Agesilao, agobiado por sus acreedores, apoya a los dos generosos estadistas; pero cuando el rey Leónidas manda quemar todas las obligaciones, incluyendo la suya, el intrigante se vuelve contra Agides y Cleombroto, y pero posible para salvar a sus maridos acusados de querer subvertir las leyes de la ciudad; matan a Agides y apresan a Cleombroto, por no querer confesar públicamente su «culpa».
El pueblo abandona a sus defensores y el rey acaba por llorar sobre la tumba de Agides. Sigue el episodio elegiaco, el Llanto de Agiarides [Agiaris keserve]. La tragedia, que inaugura la llamada «escuela francesa», siguiendo el ejemplo de Gottsched, pone de manifiesto la influencia de los modelos próximos (Gottsched) y lejanos (Voltaire), no solamente en la estricta observancia de las reglas clásicas, sino también en la generalidad de los caracteres y en la métrica (alejandrinos), poniendo aún más de relieve su carácter ideológico.
G. Hankiss