Till Eulenspiegel, Thomas Murner

Libro popular ale­mán originariamente escrito en bajo alemán, hacia 1483. La versión en alto alemán, atri­buida sin pruebas a Thomas Murner (1475- 1536), fue publicada en Estrasburgo en 1515 y 1519 con el título Von Ulenspiegel. Dichas ediciones llevan en el frontispicio una le­chuza que se mira en un espejo e ilustran el nombre del protagonista que literalmente significa: «Espejo de la lechuza» o «de los mochuelos».

Un personaje llamado Till Eulenspiegel parece, sin embargo, que vivió realmente en Molln en Schleswig-Holstein y murió en 1350, como reza un epitafio que existe en aquella ciudad. A la persona de Till Eulenspiegel, que probablemente fue un tipo ingenioso, se le atribuyeron una serie de bromas famosas que la gente del campo hacía a los artesanos de la ciudad para compensar las burlas que éstos, en los Fastnachtspiele (v.), lanzaban contra la gente del campo. La asociación de dichas burlas con la persona histórica de Eulenspiegel constituye el primer núcleo de la leyenda que más tarde se hará famosa. Eulenspiegel (v.) es un campesino listo que, arrojado de la casa paterna por su pereza y su díscolo comportamiento, va a la ciudad donde se gana las simpatías y el acceso a todas par­tes, incluso junto a la nobleza que alterna con él.

Su malicia consiste en seguir al pie de la letra las órdenes que recibe de sus señores, de donde resultan equívocos y desastres merced a los cuales Eulenspiegel quiere demostrar a los burgueses lo tontos que son en su presunción de creerse más inteligentes que los campesinos. Representa efectivamente a la gente del campo y lucha a muerte con los artesanos y burgueses de la ciudad, llenos de vanidad y desprecio por el rudo campesino. Ya desde su naci­miento Eulenspiegel está predestinado al oficio de trotamundos y bufón. El día del bautismo la comadrona, borracha, lo arroja a una charca; de niño hace toda clase de burlas a quien se le aproxima y una vez mayor se ríe de quien le da órdenes siguien­do al pie de la letra los mandatos recibidos y pagando las acciones ajenas con la misma moneda. Sus burlas son de este tipo: un barbero para indicarle su tienda le dice que entre donde hay grandes escaparates con cristales, y él entra rompiendo y atra­vesando la primera vidriera y, como el barbero le dice que salga por el mismo camino por donde ha entrado, pasa a través de la segunda vidriera.

O bien en la hos­tería, queriendo el hostelero obligarle a pa­gar un asado que sólo ha olido, le hace escuchar el sonido de la moneda sobre la mesa, y así sucesivamente. En las edicio­nes posteriores a la Reforma el libro adopta un aire anticlerical en cuanto entre las víctimas de las burlas del impenitente bur­lón hay muchos eclesiásticos. El éxito del libro fue grande: además de las muchas ediciones alemanas, se tradujo a casi todos los idiomas europeos e incluso al latín.

M. Pensa

*   En 1572 apareció una refundición en verso de Johann Fischart (1545-1589/90) con el título Eulenspiegel en rima [Eulenspiegel reimensweis], que quería extraer de las aventuras del héroe una lección moral, consiguiendo, en cambio, pese al brío de la versificación, únicamente amortiguar la vi­veza del original.