Teresa, casada infelizmente con Camile Raquin, un hombre débil y valetudinario, se deja seducir por Lorenzo, un cínico y fuerte amigo de su marido. Poco a poco, en los dos amantes nace la idea de eliminar al marido. Durante una excursión en barca, lo arrojan al agua: nadie sospecha de Lorenzo, que llega incluso a ocupar el lugar del fallecido en el corazón de la madre de Camile, la anciana Raquin.
Los amantes se casan, pero no consiguen soportar los remordimientos que los desgarran: llegan a acusarse mutuamente delante de la anciana Raquin que, para entonces paralizada y muda, no puede revelar su culpa. Separados por un odio invencible que lleva a cada uno a planear matar al otro, los dos terminan por envenenarse ante los ojos de la anciana Raquin.