Son 106 sonatas, de las cuales 46 con violín, violoncelo o flauta, comprendidas entre los opus 2 y 50, publicadas por Muzio Clementi (1752-1832), entre 1773 y 1821. Mientras las primeras, aunque de notable maestría en la técnica pianística, son más bien pobres de contenido musical (pertenecen al primer período de las sonatas escritas con el añadido de instrumento «ad libitum», para satisfacer el gusto inglés de la segunda mitad del siglo XVIII; la parte esencial queda siempre confiada al piano), las siguientes denotan la influencia del período que pasó Clementi en Viena y de la aproximación al mundo mozartiano.
Las sonatas publicadas a partir de 1783 son un anuncio del nacimiento del Romanticismo y reflejan la evolución de Clementi hacia un estilo netamente moderno. En ellas aparece evidente una clara tendencia al sinfonismo, en cuanto son explotados todos los recursos del piano, hasta lograr la multiplicidad sonora de la orquesta, y una nueva construcción del tiempo inicial de la sonata, basado en un tema único que contiene en sí los motivos del segundo tema, o sobre la contraposición de dos temas perfectamente diferenciados. En las sonatas comprendidas entre los opus 7 y 40, se muestra con mayor evidencia el poder dramático y la solidez de construcción, que son un anuncio de Beethoven; las sonatas en «sol menor», op. 34 y en «si menor», op. 40 no sólo denotan una afinidad de expresión musical con Beethoven, sino también la aversión a un simple y árido tecnicismo pianístico, en busca de una musicalidad pura y, sobre todo, en el desenvolvimiento de los tiempos lentos, y revelan su fecha de origen, contemporánea de la más intensa actividad de Clementi en el ámbito de la producción sinfónica.
Entre las sonatas más destacadas figuran también las doce, compuestas al estilo de Scarlatti, del Op. 27, en las que se funden armónicamente la originalidad y la perfecta reconstrucción de una técnica; y las tres sonatas del Op. 50, dedicadas a Cherubini, entre las que descuella la tercera, en «sol menor», la Dido abandonada (v. Dido), ensayo de música de programa, de gran intensidad dramática, que recuerda a Gluck y a Spontini.
L. Fuá
Su intuición en el adecuado tratamiento del piano hace que sus Sonatas sean las primeras en revelar las cualidades genuinas de la música pianística moderna. (Parry)