Sonata para violín y piano, en «la», de Franck

Compuesta en 1886, tiene cuatro tiempos construidos en la «forma cíclica», por cuanto, además de las ideas musicales desarrolladas en cada una de las partes de la composición, son utilizados tres temas «generadores» o «conductores», los cuales, por medio de varias transformaciones, par­ticipan en la construcción del conjunto de la obra. Según Vincent D’Indy, discípulo y autorizado biógrafo del maestro belga Cesar Franck (1822-1890), en este trabajo se tiene el primero y más ’ puro ejemplo del empleo cíclico de los temas en la «for­ma-sonata». En cuanto a esta prioridad, la afirmación parece demasiado categórica y bastaría, si no para desmentirla, sí para atenuar su valor, el ejemplo de la Sonata para piano en «si menor» (v.) de Liszt, en un solo tiempo (1853), en la cual ya apa­rece el uso cíclico de los temas, aunque, si se quiere, de manera menos compleja y refinada.

Por lo demás, -en un agudo análisis, D’Indy ve el comienzo del primer tema del primer tiempo como la célula generadora de toda composición. El primer tiempo es un «Allegretto» en forma de lied; el segundo un «Allegro di sonata» bitemático;. el tercero, «Recita­tivo fantasía», es, como indica el título, muy libre en su estructura, pero análogo a una «forma-lied» en tres secciones. El final es un «Rondó», combinado con la forma del primer tiempo de la sonata, en el cual, además, la primera idea es continuada se­gún un «canon a la octava». Pero por en­cima de la variedad y de la riqueza de los méritos formales de esta sonata debe ponerse su valor musical intrínseco: por su nobleza de inspiración, su profundidad ex­presiva, su densidad y originalidad de pen­samiento, esta página ha merecido plena­mente su difusión por las salas de con­ciertos de todo el mundo; documento entre los más significativos de la música de cá­mara de la segunda mitad del siglo XIX.

L. Cortese

El primer movimiento es el mejor, el más inspirado; en los demás movimientos predomina la facilidad técnica del organista habituado a tratar un tema, a modularlo, a manejar las formas del contrapunto como frases de un lenguaje habitual. (Combarieu)