[Sieben Legenden). Narraciones sacras del poeta suizo Gottfried Keller (1819-1890), publicadas en 1872, para las cuales el autor se inspiró en la compilación del pastor protestante Theobul Kosegarten. Pero en lugar de imitar el sentimentalismo de esta compilación, Keller escribió «una historia eroticomundana, en la cual la Virgen María figura como protectora de los candidatos al matrimonio».
Cantando las alabanzas de la Naturaleza y de la vida terrestre, el autor, al descubrir los instintos humanos de sus santos protagonistas, y conduciendo aquellos instintos a la victoria, se revuelve contra todo ascetismo sobrenatural y contra toda exageración de la tendencia emancipadora.
En «Eugenia», la primera de estas narraciones, la hija de un rico patricio romano, amada por el gobernador, en homenaje a sus principios de emancipación padece antes que ceder a sus instintos femeninos. Luego de convertirse al cristianismo, entra en un convento haciéndose pasar por monje y alcanza la dignidad de abad. Una viuda pagana que se ha enamorado de ella intenta seducir al que supone es un casto abad, y desengañada en sus deseos lo acusa de haber atentado contra su honor. Llevada ante el gobernador, Eugenia revela su secreto; y en adelante dedicará a Dios fervor y celo de esposa.
Siguen tres narraciones de la Virgen María: «La Virgen y el diablo», en la que un conde venido a menos vende al diablo a su bella y afectuosa esposa Beatriz, que es salvada después por la Virgen cuando era conducida a su horrible destino; «La Virgen caballero», en la cual la Virgen toma parte en un torneo que ofrece como galardón a la bella y rica Beatriz; la Virgen vence y da a su protegida un esposo; «La Virgen en el papel de monja», está inspirada en la antigua leyenda de Sor Beatriz (v.). En la leyenda «Vitalis, el mal santo», este personaje, que se dedica a la conversión de las mujeres de mal vivir, después de una serie de experiencias afortunadas, acaba por casarse con una muchacha ingenua y sana, Jóle, que vuelve a Vitalis a los deberes de la vida terrena. En el «Cestito de flores de Dorotea», esta mártir cristiana, después de su muerte, manda desde el cielo un cestito de flores y miel a su amado Teófilo, que se convierte y padece el martirio. En la «Leyenda de la danza», Musa renuncia a su pasión por la danza durante toda su vida terrestre para reservarse los gozos del más allá, pero en el cielo el coro adiestrado por las musas evoca con su melancolía nostalgias terrenas, y las musas son echadas del Paraíso.
Rompiendo audazmente con la tradición legendaria, Keller mezcla en sus narraciones elementos novelescos con antigües motivos clásicos y alusiones a acontecimientos contemporáneos, y precisamente en la fusión armónica de estos elementos reside la felicidad de esta obra. Educado en la filosofía de Feuerbach, el poeta transporta las creaciones del espíritu sacerdotal a un plano de fresca sensualidad, y revela los tres elementos característicos de su arte: optimismo, realismo y fantasía.
A. Feldstein