[S’io fossi foco]. Soneto de Cecco Angiolieri (12609-1312/13), el más célebre de su Cancionero (v.). El poeta expresa una serie, cada vez más grande, de deseos: las ideas expresan la actitud arrogante de un hombre que se siente odiado por todo el mundo. Dice que si fuera fuego quemaría el mundo, y si viento o agua lo desgarraría con tormentas y diluvios; si fuera Dios, lo hundiría. A estas jactancias, Angiolieri añade que si fuera papa daría tanto quehacer a los cristianos que los volvería locos a todos, y que de ser emperador los degollaría. Peor todavía, si fuera la Muerte iría a ver a su padre y si fuera la Vida se alejaría de él. Lo propio haría con su madre. Salidas violentas, pero que hay que juzgar a la luz del final: «De ser yo Cecco, como soy y fui, / tomaría a las mujeres jóvenes y bellas: / y las viejas y feas, las dejaría a los demás», que revela la construcción teatral de la composición. Este soneto es importante para juzgar al poeta, ya que a menudo se consideró como una afirmación de individualidad exasperada y violenta, casi de un romántico en lucha contra la sociedad. Parece en cambio más conforme con los varios motivos de sus Rimas considerarlo como una expresión ostentosa de su temperamento triste y salvaje.
C. Cordié