Tragedia en 5 actos, en verso
En la llanura de Gelboé el ejército de Israel, al mando del rey Saúl, espera medirse contra los filisteos. David, desde mucho antes expulsado por Saúl a causa de los celos, pese a ser esposo de su hija Micol y amigo fraterno de Jonatán su otro hijo, ha llegado al campamento para combatir al día siguiente junto a su pueblo.
Saúl lo acoge de nuevo; las charlas siguientes del rey con sus hijos, con David y con el ministro Abner, revelan sus tormentos y sus melancolías, acentuados por el contraste entre su propia vejez y decadencia y la juventud y los triunfos de David. Sin embargo, cuando Saúl, cada vez más obsesionado por un ansia de dominio absoluto, hace dar muerte al sumo sacerdote Aquimelec, David lo abandona. Asaltado y derrotado por los filisteos, Saúl se suicida.