[San Paolo]. Drama en un acto, publicado en 1894 y representado en 1895, de Giovanni Bovio (1841-1903); segunda parte de la trilogía historicofilosófica en la que se halla precedido por el drama Cristo en la fiesta de Purim (v.) y seguida del Milenio. La escena tiene lugar en Roma, en los tiempos de Nerón, en la cárcel Mamertina, en la que Pablo espera el suplicio, y en la que encuentra a Séneca y Lucano. Los tres discuten sobre la nueva fe, ante la cual Lucano duda turbado, en tanto que Séneca se obstina y se niega a reconocer el mundo, para él desconocido, que está naciendo. Epicaria, la única figura femenina que infunde al drama, completamente interior y extático, una vivacidad episódica, está tomada de la narración de Tácito sobre la conjuración de los Pisones.
Ella, para no verse obligada a revelar el nombre de los conjurados, se da la muerte, como un filósofo estoico, pero muere con el nombre de Cristo en los labios; y es el símbolo de la próxima conciliación ideal del mundo pagano con el mundo cristiano. Este drama promovió en su tiempo vivas discusiones, y fue severamente juzgado por la Iglesia a causa de un pasaje en el que la concepción cristiana de San Pablo y la de San Pedro están presentadas en oposición, hasta el punto de negar implícitamente la supremacía de San Pedro y su título de jefe y fundador de la Iglesia. El drama es la parte más vigorosa y más armónicamente desarrollada de la trilogía, y aunque sustancialmente es una discusión filosófica, la fe combativa de San Pablo tiene el valor de un elemento dramático que reaviva todo lo que puede haber de doctrinario en la controversia.
M. Vinciguerra
No es la vida lo que atrae a Bovio, sino siempre las ideas, y los individuos históricos en cuanto encarnan ideas. ¿Condenaremos, sin más, por esta razón aquellos trabajos [Cristo en la fiesta de Purim, San Pablo, Sócrates]? No, porque en ellos no sobrepasa los límites de su propia fuerza espiritual, como le ocurre por el contrario en el Leviatán. (B. Croce)