[Romances sans paroles]. Poesías del genial poeta francés Paul Marie Verlaine (1844-1896), publicadas en 1874 y, en una nueva edición, en 1887.
Básicamente ligadas a un viaje por Bélgica e Inglaterra en compañía de otro «poeta maldito», Arthur Rimbaud, se caracterizan por su facilidad descriptiva y la musicalidad de su verso. Países y visiones son evocados en las diversas poesías de las «Arietas olvidadas» [«Ariettes oubliées»], con tonos lánguidamente dieciochescos; el éxtasis de la naturaleza en que se apacigua todo sentimiento humano, la luz que brilla entre las casas de una aldea, el suspiro del corazón y el sentido fugitivo de las cosas son los motivos más aparentes y tenues de estas impresiones. Un sentido pintoresco, que parece abandonarse a la fascinación de los espectáculos y, en cambio, deja sentir el tormento de las desilusiones y de las angustias, se halla en «Paisajes belgas» [«Paysages belges»]; en ellos se nota una puntualización de motivos que capta el carácter de una ciudad o de un panorama con una sequedad de línea todavía parnasiana. Esta actitud, aunque matizada de preciosismos y de lánguidas vibraciones de color, predomina en «Acuarelas» [«Aquarelles»], en las que las impresiones de la vida londinense, la dulzura de las flores y del campo, el azul del cielo y el verde del mar, parecen ahogar al poeta en infinidad de sensaciones.
Este volumen, que incluso en su título expresa una languidez suspirante, intenta a veces revestirse de una sonrisa sarcástica ante los engaños de la vida; abandonado a la armonía de las cosas, entre las líneas multicolores de una aldea o el esplendor del inmenso mar, Verlaine quiere dar a comprender a cada paso que él es un rebelde y que su vida no está inspirada en los convencionalismos, sino que halla en la dureza del mundo un medio para avanzar con sinceridad. Diversas en sus motivos y, a veces, también desiguales en su estructuración, estas Romanzas sin palabras tienen una gran importancia por la errabunda y dolorosa amistad que unió a Verlaine con Rimbaud, que va del abandono de su familia a su encarcelamiento.
C. Cordié
Verlaine es el poeta que consiguió con más delicadeza reducir lo inteligible en la poesía. Cuando prueba a hacerlo, inquieta la inteligencia más que la excluye. (Lanson)
El punto más alto de la explosión Urica de Verlaine. La poesía se desnuda o se disuelve en el éter. (Thibaudet)