[Rime]. En el tardío «Cinquecento», las Rimas de Angelo di Costanzo (1507?-1591), compiladas y publicadas en Bolonia en 1709, ofrecen una actitud literaria que anuncia el barroco.
Poeta alabado por su elegancia métrica y por lo ingenioso de sus conceptos y a quien la Arcadia tuvo por perfecto rimador, fue considerado por Foscolo como dotado únicamente de perfección técnica; también, en nuestro siglo, Croce lo juzga escritor de juegos intelectuales, lleno de razonamientos e imitaciones. La discrepancia entre la plenitud de sus afectos y las necesidades de una poesía artificiosa, se nota en el comienzo del soneto a la muerte de su hijo («Dell’etá tua spuntava a pena il fiore»), en que el recuerdo de la parca Atropos y el pensamiento de la temprana partida, contraria a las leyes de la Naturaleza, se desarrollan ya entre agudezas y reflexiones generales. Entre los sonetos, está bien construido el dedicado a la mudanza de las cosas humanas («Desiai morte, e con pietosi accenti»), en que el poeta invita a los amantes a gozar «negli awersi amori», origen a menudo de nuevo gozo, y siente ya sin esperanza el declinar de su propia y triste vida de enfermo.
Es también notable el dedicado a la musa de Virgilio («Quella cetra gentil che ’n su la riva»), el único que agradó a Foscolo como prueba gentil de estro poético hasta el punto de hacerle pensar en un bello epigrama griego; el ejemplo del mantuano es sentido como inimitable, como armonía de vida conquistada para siempre por la humanidad. Otro soneto dedicado a Virgilio («Cigni felice che le rive e l’acque») atestigua su admiración devota por el poeta, aunque más que poesía revelan esfuerzo literario e ingeniosidad formal la contraposición de las imágenes, y la sucesión de retóricas interrogaciones: «Qual maggior grazia aver dalla fortuna / potea? qual fin conforme al nascer tanto? / Qual sepolcro piu simile alia cuna?». Se muestra sutilmente evocativo en un soneto de amor («Del re de’ monti a la sinistra’ sponda»), en que, al llorar su dulce vida pasada, el poeta siente acentuarse su contraste con los padecimientos del presente y halla en el pensamiento de amor su único consuelo; al pensar en la amada el poeta refrena en su alma el deseo de morir.
C. Cordié
Por él el arte de los silogismos en sonetos llegó a su perfección: ¡desastrosísima perfección! (Foscolo)
…no dejó que sus rimas se desarrollaran a torrentes como Molza, Bernardo Tasso y Rota; hacía y rehacía sus sonetos, pero no movido, como Casa, por un deseo de lo grandioso y fuerte, sino por el contrario, para reducir cada uno de ellos a un período bien compuesto, en que se desarrollase y encerrase un solo pensamiento. (B. Croce)
Su espíritu se adhiere no a la substancia de lo que se dice, y que representa siempre un esfuerzo exprimir de lo íntimo de su alma; se adhiere al diseño rítmico y figurativo del puro metro (acentos, rimas, equilibrio de los períodos, cadencia y solución de epigrama) poco más o menos como quien habiendo concebido un tema de música, una melodía, se aplica a buscar las palabras y los versos que debe introducir en aquel esquema. (F. Flora)