Revue D’histoire Littéraire de la France.

Fundada en 1894, es publicada en fascículos — trimestrales hasta 1938 — por la «Société d’Histoire Littéraire de la France». Es la revista de la cultura univer­sitaria francesa y en ella se publican en­sayos basados en investigaciones de ar­chivo e inspirados, en sus orígenes al me­nos, en el método histórico.

Aun manteniéndose fiel al carácter científico de una in­vestigación basada sobre todo en el cono­cimiento de lo «particular» a través de bio­grafías, análisis de costumbres y polémicas, y sobre la excelencia de la tradición lin­güística, la revista ha sido siempre un ar­chivo de contribuciones y de indagaciones que conservan todo su valor a pesar de que el clima de hoy es muy distinto del posi­tivista que se respira en sus primeros nú­meros. Inspirada en un cauto conservadu­rismo (propio de la cultura académica y profesoral, pues en la composición de su consejo directivo la Sorbona está en fra­terna compañía con el Collége de France y la Academia con los más jóvenes docentes de las nuevas generaciones), la «Revue d’Histoire Littéraire» mantiene su función de dar cuenta de las nuevas aportaciones científicas, sobre todo en el campo de la erudición, de la crítica de textos y de la ilustración histórica.

En tal sentido con­tinúa toda una tradición de «anticuarios», que, desde la gran erudición de los si­glos XVI y XVII a las investigaciones de los benedictinos de Saint-Maur, y desde la Academia de Inscripciones hasta nuestros días (v. Historia de la Literatura Francesa), acoge investigaciones sólo exteriormente guiadas por las exigencias de la crítica po­sitivista; así, la continuidad del método universitario en la cultura francesa justifica el. carácter unitario de la «Revue» desde su fundación hasta hoy. Publicada por inicia­tiva de la «Société d’Histoire Littéraire de la France» (presidida por el historiador de la Roma antigua, Gastón Boissier, de la Academia; el secretario era el lingüista Ferdinand Brunot, entonces «maitre de conférences» en la Sorbona, y gerente el his­toriador Arthur Chuquet, del Collége de France), la revista presentaba ya en su primer número, desde el formato hasta los caracteres tipográficos, las características que siempre ha conservado: algunos artícu­los de fondo, una serie de documentos y comunicaciones eruditas, una miscelánea de contribuciones varias, recensiones técnica­mente precisas y graves y, en fin, una nu­trida crónica de noticias literarias y biblio­gráficas y una sección de preguntas a las que contestan la redacción y los colabo­radores. Pronto se añadieron reseñas de revistas, noticias sobre novedades literarias, sobre venta de autógrafos, y fragmentos de las publicaciones literarias más notables.

El carácter fundamental de recopilación y discusión de los materiales sacados a la luz gracias a las asiduas investigaciones de los más célebres eruditos y de jóvenes estu­diosos, se ha conservado con el correr de los años, gracias a la excelencia de las no­ticias resumidas, y a los ejemplos del mé­todo aplicado a los más diferentes puntos de vista, hasta el extremo de dar a casi to­dos los números de la revista, que en las primeras páginas se presentaba como un resumen académico de artículos y de ensa­yos, el tono francamente crítico de un boletín experimental e incluso de un noti­ciario de librería o de revista militante. Este carácter se mantiene todavía, dando agili­dad a una publicación en la que aparecen las contribuciones más notables de la crí­tica universitaria de medio siglo; citemos en particular los volúmenes de los últimos lustros, en los que la ferviente actividad de Daniel Mornet, profesor en la Sorbona y secretario de la «Société d’Histoire Litté­raire» (cuyo presidente era Víctor Giraud), ha coordinado las fuerzas de los más jóve­nes, ya dispersas desde la primera guerra mundial, en una nueva armonía de trabajo. Interrumpidas las publicaciones (después de haber limitado en 1939 su aparición a dos fascículos anuales) en el reciente conflicto bélico, la «Revue d’Histoire Littéraire» re­emprendió de nuevo su tarea de dar lus­tre a la gran tradición francesa, desde sus orígenes hasta el siglo XX.

C. Cordié