[Réflexions sur la puissance motrice du feu et sur les machines propres á développer cette puissance]. Obra de Sadi-Nicolas-Léonard Carnot (1796-1832), publicada en 1824.
Este librito contiene a la vez una idea fundamental y una serie de leyes, cálculos y experimentos rigurosos. El autor inicia su tratado con una inspirada apología del calor y de su importancia en la economía del Universo y en la humana, y en particular exalta las recientes aplicaciones del calor a la producción de fuerza motriz y la nueva navegación de vapor. Carnot se propone explicar el mecanismo mediante el cual el calor puede generar fuerza motriz y enuncia sus célebres proposiciones, según las cuales puede haber producción de fuerza motriz cada vez que se consiga una diferencia de temperatura, y que la fuerza motriz es independiente de los agentes que la realizan, puesto que la cantidad sólo está determinada por la diferencia de temperaturas de los cuerpos entre los que se produce el transporte de calor.
Así nace el principio de la termodinámica (llamado precisamente de Carnot) y el ciclo de transformaciones (llamado «ciclo de Carnot»), que sirve para el cálculo del trabajo efectuado por una máquina térmica y de su rendimiento relativo. Después de una extensa disquisición sobre la imposibilidad del movimiento perpetuo por medio del calor, el autor se ocupa de las propiedades térmicas de los gases y de los vapores, que considera sobre todo respecto a sus calores específicos, y, por último, estudia prácticamente la cantidad de combustible necesaria para producir cierta cantidad de calor. El libro, extremadamente claro y sencillo, comprensible incluso para un profano, a pesar de ser exacto desde el punto de vista científico, representa una puntualización de los problemas hasta entonces sólo insinuados y es un pilar de la termodinámica, como ciencia general de la energía en una de sus manifestaciones más comunes, incluso en relación con las consecuencias que se derivarán para la ciencia y la historia de la humanidad.
En las Réflexions, Sadi Carnot no formula explícitamente el primer principio de la termodinámica o principio de la equivalencia; pero, en realidad, lo sobreentiende. En las investigaciones postumas enuncia netamente el primer principio, y encuentra para el equivalente mecánico del calor un valor más preciso que el encontrado más tarde por Robert Mayer, y sostiene que el calor es una forma de movimiento.