[Allgemeine Psychologie]. Obra del filósofo alemán Paul Natorp (1854-1925), publicada en Tubinga en 1912. Natorp pertenece a la escuela neo- kantiana de Marburgo y, de conformidad con sus directrices generales, concibió la filosofía en sentido criticotrascendental, como el descubrimiento del sistema de los principios a priori según el cual la actividad sintética del pensamiento o del espíritu en general, organiza el dato de la experiencia en un mundo concreto, objetivo o, en otras palabras, como una teoría general de la objetividad teorética, ética y estética.
Pero al momento de la objetividad que se define según leyes generales y abstractas, corresponde el momento de la subjetividad, y como la objetividad tiene varios grados, también tiene varios grados la subjetividad. Así, junto a una lógica, a una ética y a una estética, Natorp concibe una psicología, como teoría de la subjetividad. Como en el sistema estático de las categorías que determinan la objetividad de la experiencia, en Kant, se ha sustituido la unidad diferenciada de un proceso objetivizante del espíritu, así la unidad de la apercepción trascendental se sustituye por una diferenciada estructura de la subjetividad en que aquélla se sitúa. La teoría del sujeto trascendental absorbe en sí, por así decirlo, la teoría del sujeto empírico. La psicología en el sentido que le da Natorp es, pues, cosa muy distinta de la ciencia psicológica que aspira a un saber científico, a una determinación objetiva de hechos y leyes.
Lo que hay de válido en esta psicología no es sino ciencia natural; pero escapa a ella, en cuanto tal, la subjetividad. Natorp más bien halla una confirmación de su punto de vista en la tendencia de algunas direcciones de la psicología moderna a tomar contacto con la interioridad subjetiva más que con su producto. Se puede citar aquí la psicología descriptiva de Brentano, la teoría bergsoniana, y más aún la fenomenología de Husserl, especialmente en sus primeros estudios. Se trata de justificar y organizar críticamente esta tendencia. En cuanto a la realización concreta de esta psicología no podemos aquí entrar en sus pormenores, en que el concepto de la psicología empírica o de una psicología cultural son transpuestas al plano trascendental del puro sujeto y en él — a lo menos en principio — integrados y ordenados.
De todas maneras, el interés que ofrece la obra — a pesar de oscuridades y confusiones — reside, desde el punto de vista histórico, en un intento de conciliación entre el racionalismo crítico y la filosofía de la vida, en el renacimiento de un motivo fenomenológico y en el intento de una teoría de la subjetividad que reordene y renueve críticamente el sistema confuso y abundante en influencias empiricometafísicas de la psicología tradicional.
Banfi