[La prima veste dei discorsi degli animali], Esta obra de Agnolo Firenzuola (1493-1543), publicada póstuma con sus demás escritos en 1548, representa la vuelta del autor, ya cercano a la muerte, a su trabajo preferido de pura recreación estilística, tras algunas tentativas de libre creación.
Rehace aquí el Pañcatantra (v.), después que ya en el siglo XIII el judío converso Giovanni da Capua, de una versión hebrea del viejo texto indio, había sacado con criterio cristiano su Directorium humanae vitae alias parabolae antiquorum sapientium. Pero Firenzuola tuvo también presente una traducción castellana de 1493, titulada Exemplario contra los engaños y peligros del mundo. Nada más simple que el argumento original: se trata de un filósofo, Tiabono, el cual, consultado por el rey Lutorcrena, narra una serie de fábulas llenas de profundo sentido moral.
Pero de estas fábulas, a través de la libre reducción de Firenzuola, no es posible hacer mucho caso. Una fábula desemboca en la otra con una gracia muy suya y atrayente, sostenidas por una íntima complacencia narrativa y artística; y si de ellas se hubiera de deducir uña moral, no podría ser más que una moral juguetona y escéptica. El autor añade al título la especificación de «primera redacción», para indicar que ésta es la primera traducción al italiano de la obra india; de ella sólo reduce el segundo libro, usando frecuentes adaptaciones y desahogándose en amargas alusiones a las cortes y a su vida engañosa y frívola, para vengarse de la corte de Roma, que le había proporcionado graves desengaños.
La viveza de la lengua y el brío de la narración se manifiestan abundantemente en esta obra, que nos presenta al autor como un esteta de la expresión, dominado por aquel alejandrinismo estilístico que constituye al mismo tiempo su mérito y su debilidad.
G. Gervasoni