Misterio del Sitio de Orleáns Anónimo

[Mystère du siège d’Orléans]. Si en el título, que no es moderno, sino procedente del único códice que se conoce del texto, aparece una palabra específica del teatro religioso, pudiera creerse que se trata de una obra dramática de carácter sacro y sin em­bargo no debemos engañamos respecto a la naturaleza de este drama francés del siglo XV que, en realidad, lleva a la escena un tema eminentemente profano y guerrero arrancado de un pasado histórico apenas concluido y en el cual el elemento sobrena­tural no reviste más que un valor episódico : el asedio puesto por los ingleses a Orleáns en 1429 y la liberación de la ciudad por obra de Juana de Arco. A partir de 1435, durante algún tiempo, una procesión solemne, con representaciones mímicas de algunos momentos del asedio, celebró el día 8 de mayo de cada año el feliz suceso, y es de suponer que esta costumbre, en una fecha imposible de precisar pero que se puede fijar grosso modo hacia la mitad del siglo, haya dado origen a nuestro «misterio».

Su paternidad es desconocida; la hipótesis que la atribuye a J. Millet, el poeta de la Historia de la destrucción de Troya (v. Román de Troya), tiene un débil fundamento. Con todo, el autor fue, sin duda alguna, persona vincu­lada con Orleáns; en fin, tal como ha sido observado, la verdadera protagonista de la acción (descrita en unos 20.000 versos) no es la Pucelle, que aparece solamente como un personaje más importante que los demás, sino la ciudad, cuya historia queda descrita forjando con libertad las situacio­nes y los discursos, pero, en conjunto, con escrupulosa exactitud y fidelidad a los he­chos. En esta fidelidad hacia los hechos de la historia reciente reside para la crítica el interés del drama, por lo demás sin relie­ve, descolorido y prolijo. Tenemos una edi­ción a cargo de Fr. Guessard y E. De Certain (París, 1862).

S. Pellegrini