[Mistére des actes des Amostres]. Representación sacra de enormes dimensiones, la más extensa de todo el teatro religioso francés: cerca de 62.000 versos. Refunde la historia de los discípulos de Cristo después de la Ascensión, empezando por la elección de Mateo y la venida del Espíritu Santo y terminando con el martirio de Pedro y Pablo y con el suicidio., de Nerón. Sigue, sobre todo, el relato de los Hechos de los Apóstoles (v.), que forma parte del Nuevo Testamento, pero se vale, además, de fuentes extracanónicas y utiliza la historia de los emperadores romanos.
Tal vez a su redacción atendiese también Arnoul Greban, autor de la famosa Pasión de París (v.); pero hoy se ve en ella, sobre todo, un trabajo del hermano de éste, Simón Greban, del cual poseemos noticias fechadas en 1468 y 1472. Las características de este misterio son, poco más o menos, las de la Pasión de Arnoul; también aquí hallamos profusión de ritmos y abundante empleo de escenas diablescas, pequeñas escenas de costumbres populares, de martirios truculentos: un mismo verdugo, Daru, casi personificación del espíritu del mal, es empleado sucesivamente en los lugares más diversos para ejecutar a los apóstoles, y parece casi el mayor elemento unificador de aquel inmenso fárrago. Aquí y allá, como en una larga descripción del palacio del Sueño, se nota el influjo clasicizante del Renacimiento. Pero, en conjunto, la obra les ha parecido a los críticos modernos grosera. Asombra que, a pesar de sus enormes dimensiones, haya sido llevada efectivamente al teatro, y aun varias veces. Sus representaciones requerían semanas y más semanas.
Una de ellas, famosa por la magnificencia y grandiosidad de su escenificación, se realizó durante cuarenta días, en 1536, en el anfiteatro romano de Bourges; el gran éxito que obtuvo determinó una primera y luego una segunda edición (París, 1538 y 1540) de nuestro misterio, cuyo texto sufrió para aquella ocasión una refundición de tendencias protestantes preparada por el teólogo Jean Chaponneau, exponente del ambiente evangélico de la Universidad de Bourges. Otra representación, que fue dada en París por la cofradía de la Pasión en 1541 y ocupó 35 jornadas, escalonadas de mayo a septiembre, produjo también mucho revuelo por la magnificencia de su espectáculo, pero es memorable especialmente por las recriminaciones que suscitó en el seno del Parlamento, primer síntoma de aquella hostilidad que las nuevas orientaciones literarias, los temores políticos y los opuestos escrúpulos de los protestantes y de los católicos venían acumulando sobre el teatro sacro, lo que de allí a pocos años debía provocar su definitivo ocaso. El texto recitado en 1541, que había sido refundido nuevamente, sirvió para una ulterior edición parisiense (la tercera), de 1541. Falta una edición moderna; el que desee conocerla bien deberá basarse más en la traducción manuscrita disponible que en los libros impresos, los cuales, por las modificaciones expuestas, son inferiores a los manuscritos.
S. Pellegrini