[Mémoires de deux jeunes manees]. Publicada en 1841-1842, es una de las novelas más extensas y complicadas de Honoré de Balzac (1799-1850), estudio minucioso y completo de dos diferentes caracteres de mujeres que se revelan a través de su correspondencia y de las cartas de otros personajes. Louise de Chaulieu y Renée de Maucombe, íntimas amigas, educadas juntas en un convento del norte de Francia, salen de él para volver al lado de sus familias. De origen principesco, Louise, destinada a monja por sus padres, que querían sacrificarla a la brillante carrera de sus hermanos, es protegida por su abuela que, al morir, le deja sus bienes; se enamora de su profesor de español, que no es otro que don Felipe Henárez, duque de Soria, desterrado y fugitivo después de la expedición del duque de Angulema de 1823. Tras muchos lances novelescos, éste entra en posesión de su fortuna, Louise se casa con él y pasan juntos unos breves años de febril felicidad, interrumpida trágicamente por la muerte de don Felipe.
Pero cuatro años más tarde un nuevo amor arranca a la heroína de su quietud. Esta vez se trata de un poeta de nobilísimos sentimientos, joven y pobre, con cuatro años menos que ella. Louise se retira al campo, celosa y temerosa, con la duda de que el destino quiera volver a truncar la felicidad recién hallada. Y cuando un equívoco fatal le hace creer que es traicionada por el joven, su loco orgullo y su dolor la impulsan al suicidio. En contraste con este dramático carácter, su amiga Renée, resignada desde el principio a una plácida mediocridad, obediente a la voluntad de sus padres y a las convenciones sociales, ha aceptado un matrimonio de conveniencia con un honrado gentilhombre de su país, ha sabido con paciencia formar su carácter, encaminarlo por la ruta de los honores y ha construido, paulatinamente, con su prudencia, la fortuna de la familia. Este contraste hace evidente la tesis del libro, que puede relacionarse con las ideas reaccionarias de Balzac y su desconfianza hacia las peligrosas novedades de las costumbres sociales contemporáneas. Informe y desordenada, la obra se presenta más bien como una sucesión de diferentes relatos, realzados con episodios brillantes, no siempre justificados por las premisas, aunque desarrollados con estilo de poderosa eficacia.
La parte mejor es, con mucho, la primera, donde, en el amor entre Louise y don Felipe vestido de preceptor, se advierten evidentes influencias de Stendhal (v. Rojo y Negro). [Trad. española anónima (Cádiz, 1843), de B. Robert Bordés (Valencia, 1874) y de Joaquín García Bravo (Barcelona. 1904)].
M. Bonfantini