Los Tres Hombres más Sabios del Mundo, Christian Weise

[Die drey klügsten Leute der Welt], Novela humorística del escritor ba­rroco alemán Christian Weise (1642-1708), publicada en 1673 como contraposición a la otra obra satírica del mismo Weise titu­lada Los tres más terribles archilocos de todo el mundo (v.).

Junto con ésta, con Los tres principales pervertidores de Ale­mania (v.) y El glotón político [Der politische Nascher, 1678], forma parte de una tetralogía de novelas satíricas que narran todas las posibles aventuras de un ima­ginario protagonista que lo quiere probar todo, saberlo todo, aprovecharlo todo y, sin embargo, no consigue gozar de nada en este mundo, ni satisfacer su vanidad. Entonces se da cuenta de que sólo la fe en el cristia­nismo podrá darle el codiciado descanso. La narración es una mezcla de novela heroi­ca, humorística, de costumbres y viajes, con esa tendencia moralista que hace concebir al autor personajes y acontecimientos se­gún una línea abstracta ideal muy pobre en determinaciones psicológicas. Los tres hombres más sabios del mundo narran, según el tema de un episodio ariostesco, cómo Florindo y su amigo Lysias, creyéndose traicionados por sus mujeres, salen juntos de viaje para distraerse y a la vez dar con los tres hombres más sabios del mundo.

Sus mujeres, disfrazadas, los siguen y con­siguen convencerlos de su fidelidad. El fin principal del viaje, a saber, la búsqueda de los tres hombres más sabios del mundo, no es alcanzado, ya que los dos amigos no logran dar con ellos, y la conclusión es que un tribunal competente redacta un «laudo» en el que se formula en forma abstracta un tipo de sabiduría. También aquí dominan las intenciones didácticas del au­tor, que sustituye la pintura concreta de los caracteres por los esquemas ideales. Sin embargo, si la novela es poco notable en cuanto a su contenido moralista, que nos lleva al centro de las discusiones de la época de Weise, lo es desde el punto de vista formal, ya que hay abundancia de cartas, escenas dramáticas, «lieder», tra­ducciones del griego, etc. y anuncia, desde cierto punto de vista, con dos siglos de an­telación, el género de la novela universal.

M. Pensa