[Troe]. Novela de Máximo Gorki [Maksim Gor’kij (Áleksej Peškov, 1869-1936)], escrita en 1902, época en que el autor, futuro representante de la Revolución, había comenzado a dedicarse al estudio de los problemas sociales que entonces agitaban a Rusia.
Los ambientes que Gorki describe en Los tres son los que él prefiere, es decir, las casas y las tabernas llenas de gente pobre e ignorante y siempre embriagada. La vida de los personajes es dura y triste e imposible de cambiar, o al menos se necesitaría una voluntad que no poseen. He aquí que en uno de estos ambientes, tres jóvenes deben hacer sus primeras experiencias. ir ja, Paška y Jakov son huérfanos de madre, y sus padres son unos criminales. Crecen, se hacen independientes y cada uno emprende su vida en el mundo con una personalidad ya formada. U’ja, honrado y trabajador, sueña una vida tranquila, pero, por desgracia, habiendo matado por celos a un viejo usurero, perseguido por el penoso sentimiento de la irremediabilidad de la caída, confiesa públicamente su delito y para escapar a la justicia humana se rompe la cabeza contra una pared. Paška sueña con la poesía y el amor, pero la única mujer que encuentra es una prostituta.
Por último Jakov, débil y soñador, es obligado por su padre a una vida infame que le repugna, mientras su ideal sería ir en peregrinación a los Santos Lugares. De este modo las metas que los tres se habían prefijado han sido anuladas por la despiadada realidad. Sólo en la última parte de la novela aparece, entre tanto pesimismo, un rayo de esperanza. Lo trae Sonja, una joven sana y enérgica que parece abrir a estos desgraciados un horizonte nuevo, conduciéndoles, por lo menos en cuanto lo consiente su pasado, al camino que ya habían entrevisto o soñado. Sonja parece representar aquel sano y práctico conocimiento de la vida que falta a los protagonistas de muchas novelas rusas. También en ésta, como en sus otras obras, Gorki es maestro en describir los sentimientos de la masa y del individuo en particular, en seguir las reacciones de un ideal latente y sofocado en el hombre, incapaz de expresarse, hasta que la abundancia de los sentimientos reprimidos lo convierte en drama.
Bajo la evidente rigidez de una tesis, que quiere ver en las taras de una sociedad las causas de los males del hombre, aparece el motivo más universal de la originaria bondad humana y de sus posibilidades siempre vivas de redención. [Trad, española de Juan Barco (Barcelona, s. a.)].
G. Kraisky