[Les fils ingrats, ou L’école des peres]. Comedia en cinco actos de Alexis Pirón (1689-1773), representada por vez primera en 1728. Curiosa obra cuyo tema nos hace recordar, si no el Rey Lear (v.) de Shakespeare, sí al Papá Goriot (v.) de Balzac.
En efecto, el protagonista, el rico burgués Geronte, después de repartir todo su patrimonio entre sus hijos, no tarda en conocer la codiciosa ingratitud de los jóvenes. El anciano ha acogido a una muchacha, Angélica, huérfana de un amigo suyo sumido en la mayor miseria, y, aunque la ama, prefiere casarla con uno de sus hijos, que son más ricos que él; pero los tres la rechazan. Sólo se sienten dispuestos a aceptarla cuando un engaño organizado por unos fieles criados y el hermano del anciano, Crisaldo, hace creer a los jóvenes que Angélica todavía es muy rica. Pero ahora Géronte es quien se casará con la muchacha amada, a la que Crisaldo nombra su heredera. Motivo que podía dar lugar, por lo menos, a un drama burgués, antes de que otros creasen el género; pero el autor lo desarrolló con espíritu cómico, y el contraste entre el patetismo del asunto y la manera con que está tratado, es la causa principal de la mediocridad de la obra.