[De grammaticis et rhetoribus]. Es la única sección de los Hombres ilustres (v.) de Cayo Tranquilo Svetonio (699-125) que nos ha llegado casi completa. Es una historia de la filosofía y de la oratoria romanas expuesta por medio de biografías. La filología, que Svetonio, según la tradición, gneoalejandrina llama también gramática, surgió en Roma bastante tarde, como, por lo demás, todas las actividades estrictamente culturales, y no se afirmó hasta el año 170 con la venida de Crates, embajador de Pérgamo. Su escuela romana trabajó sobre textos poéticos contemporáneos, o casi, difundiendo sus estudios por medio de lecturas públicas, hasta que fue suplantada por la escuela rodia, inaugurada en Roma por Elio Estilón. Los estudios críticos textuales son entonces substituidos por otros más típicamente lingüísticos y léxicos, mientras la práctica gramatical se ejerce en las aulas frecuentadas por los hijos de la nobleza, la cual, a sus expensas y sin contribución del Estado, organizó la educación literaria de la juventud. Veinte maestros se suceden en el espacio de dos siglos en Roma: Nicanor, Opilo, Gnifón, Andrónico, Orbilio, Ateyo, Catón, Epicado, Herotés, Nicios, Seneo, Epirota, Verrio, Crasicio, Escribonio, Higino, Meliso, Pomponio, Palemión, Probo.
Pero Svetonio, en lugar de trazar el desarrollo de las escuelas y de las tendencias literarias, se entretiene en el elemento anecdótico. Muchas cartas, epigramas salaces y rasgos de ingenio ilustran los breves capítulos biográficos, en los cuales el valor histórico del personaje pasa a segundo término ante el interés de Svetonio por lo anecdótico, el cual más que biografías nos da perfiles no siempre trazados en sus rasgos más notables y esenciales. Un plan análogo se observa en la segunda parte del libro dedicada a la oratoria, la cual, como la filología, nació algo tarde y encontró mayor oposición que la filosofía por parte de las autoridades del Estado, las cuales barruntaban en las escuelas de los retores griegos y latinos un peligro político para las organizaciones republicanas. El libro no está completo; nos quedan únicamente las cinco biografías de Plocio, Voltacilio, Epidio, Clodio y Albucio, en las cuales el máximo relieve es también para las particularidades secundarias, perdiendo de vista la línea histórica general. Las dos secciones, de la filología y de la retórica, más que a otra cosa interesan a la historia de las costumbres y de la enseñanza romana entre el último siglo de la república y el primero del imperio.
F. Della Corte
Svetonio es un investigador de hechos históricos; minucioso, preciso, libre, ignora lo que es la verdadera historiografía, pero proporciona a ésta preciosos documentos. Su lenguaje es el de la información científica rápida y breve; y los antiguos reconocieron este mérito suyo desde Plinio el Joven, que, como es natural, lo encontraba algo seco, a Vopisco, que, en cambio, apreciaba en Svetonio su amor a la brevedad. (C. Marchesi)