[I Bernardi]. Comedia en cinco actos, en verso, de Francesco D’Ambra (1499-1558), representada en 1547. Albizio, enamorado de Spinetta, hija de Girolamo Fortuna, al no poder obtenerla, llama en su ayuda a su criado Bolognino. Éste piensa entonces contar al padre de Albizio, Fazio Ricoveri, que un tal Bernardo Spinola, enviado por él a Roma para cobrar una gruesa suma, ha sido asaltado y robado por los bandidos; se ofrece a ir él mismo junto con su joven amo Albizio para recuperar la suma. Gracias a este engaño, obtendrá dinero para el viaje con que podrán huir Albizio y Spinetta. Surge entonces Alamanno que, para poder estar cerca de su amada Lucrezia, ha tomado el nombre de Bernardo Spinola. Al oír este nombre, Fazio, creyendo que se trata de su enviado que le quiere defraudar el dinero recibido, hace que le confisquen lo que lleva. El joven toma entonces el nombre de Giulio Ciciliano, pero también este nombre le trae disgustos, porque Girolamo Fortuna, padre del verdadero Giulio que hace tiempo no le ve, cree que Alamanno ha matado a su hijo y le ha usurpado el nombre. Por fin, llega el verdadero Bernardo con la suma cobrada y manifiesta que él es Giulio Ciciliano, que cambió de nombre para sustraerse a la pena por un delito involuntariamente cometido. Así se desenreda la enredada madeja: Albizio obtiene la mano de Spinetta, hermana de Giulio, éste casa con su antigua amada Lucrezia, y Alamanno con Livia, hermana de Albizio. Se trata, pues, de una típica comedia de enredo y de cambios de personalidad, tan numerosos que casi producirían cansancio si no los sostuvieran el eco de la vivacidad popular, siempre presente en este teatro, y un estilo poético que se complace en inventar por inventar, verdadero elemento nuevo de la escena italiana, en esta época que vió nacer al «teatro dell’arte».
U. Déttore