Libro de los Claros Varones de Castilla, Hernando del Pulgar

Obrita en prosa del español Hernando del Pulgar (14369-1495) dedicada en 1486 a la reina Isabel la Católica. El autor se inspira en el tipo de biografía que, con el ejemplo de Salustio, había sido inaugurado en la literatura castellana por las Ge­neraciones y semblanzas (v. Mar de histo­rias) de Fernán Pérez de Guzmán. Contiene veinticuatro figuras de personajes ilustres castellanos que vivieron en la corte de En­rique IV de Castilla y de León, típicos re­presentantes de aquella aristocracia ambiciosa y traficante que arrastró al rey a peli­grosas aventuras, manteniéndolo en continuo movimiento. De cada uno de ellos se pre­senta con trazos enérgicos la fisonomía fí­sica y moral, captada con una mirada que se fija en el hombre, escrutándolo desde su interior, y juzgándolo según sus obras, pero sin negaciones, porque el autor acepta la realidad tal como es y la exalta simpática­mente en sus buenas intenciones.

Véase la equilibrada figuración del animoso y ardien­te arzobispo del Carrillo, o la austera caracterización del Marqués de Santillana: «agudo e discreto, y de tant grand coraçon, que ni las grandes cosas le altera van, ni en las pequeñas la plazía entender»; o la del Mar­qués de Villena, esbozada con sonriente benevolencia e indulgente composición: «te­nía el común deseo que todos tenemos de alcançar honras e bienes temporales». El estilo de la obra es el de un espíritu que mira a las cosas y es minuciosa y a veces pedestre en los pormenores, porque no quiere prescindir de nada que pueda dar­nos a conocer, sin gracias estéticas, ese humanismo cristiano, generoso y abierto a todas las manifestaciones de la vida, que da su sello a la literatura española.

M. Casella