Léxico Etimológico, Juan Mauropo

Es la obra más importante de Juan Mauropo o Maurópodo (esto es, «pies planos»), del siglo XI, y tiene gran valor desde el punto de vista de la antigüedad clásica. Consta de 476 yambos, probable fruto de las enseñanzas literarias del autor: incluso el hecho de que esté redactado en verso su­giere la idea de que se trata de un expe­diente didáctico y mnemotécnico. El Léxico se publicó probablemente mientras su autor vivía todavía, pero la obra está sin termi­nar. Consta de 325 etimologías de sustanti­vos agrupados por significados: cosas celes­tes (en sentido físico o religioso), el hom­bre (considerado también desde los puntos de vista físico y moral), los animales irra­cionales, las plantas. Es evidente que la obra, tal como ha llegado hasta nosotros, es un epítome de un Etymologicon mucho más vasto; dado que la división es por con­ceptos y no alfabética, la fuente debe ser más bien antigua.

El autor de quien Maropo deriva pertenece quizás a un tiempo en que el sistema etimológico de la Stoa sufría una fuerte influencia del sistema de Filoxeno, aunque no se hubiera llegado a la conclusión de que era imposible conciliar uno y otro. Así el autor discute la posibi­lidad de dar etimologías de monosílabos, pero en muchos casos no la excluye. La fuente directa de Mauropo debe ser una refundición cristiana de una obra etimoló­gica antigua, usada por el obispo Jacobo de Edessa en 701 para sus escolios a los sermones de Severo de Antioquía. La obra cristiana remonta a su vez a un autor que había utilizado la del gramático Filoxeno. A pesar de su forma sumaria, el léxico con­serva cierta importancia: Filoxeno es de la época de Varrón, por lo que el Léxico de Mauropo sirve para iluminar con nueva luz las fuentes y la actividad del autor de la obra De la lengua latina (v.).

G. M. Porru