Obra de Valerio Harpocración, erudito griego natural de Alejandría, que vivió quizás en la época de Tiberio (siglo I) o en la del emperador Antonino Vero (siglo II), del cual parece haber sido maestro. De esta obra han llegado hasta nosotros dos redacciones: la primera más vasta, la segunda en forma de epítome: ambas representan un documento precioso como fuente para el conocimiento de las instituciones jurídicas con sus relativos términos técnicos, nombres propios y vocablos usadas por los oradores áticos, desconocidos o incomprensibles sin esta obra. Harpocración no se basa en la lectura directa de las fuentes, sino que se sirve de las obras de periégetas y aticistas antiguos y de los más recientes comentarios a las obras de los oradores, sobre todo del de Dídimo Calcentero, de los escritos del retor Dionisio de Halicarnaso y del lexicógrafo Dionisio, hijo de Trifón; las semejanzas de esta obra con la de Ateneo se deben tal vez a una fuente común a ambos escritores. Sin ser original, la obra de Harpocración tiene importancia para el conocimiento de la lengua e instituciones del Ática, ya que las fuentes de que deriva se han perdido casi todas.
C. Schick