[The Ingoldsby Legends]. Colección de poesías humorísticas, publicadas en varias revistas y luego todas juntas en 1840, de Richard Harris Barham (1788-1845). Muy populares en su tiempo a causa de su humorismo y de sus divertidas y hábiles narraciones, son ejemplos de un estilo inaugurado por Southey y muy mejorado por Barham.
Había en éste una pequeña vena de poesía, suficiente para hacer aceptar incluso a los más exigentes sus ensayos, que algunos sólo juzgaron dignos de los «high jinks» tan corrientes entonces: gente deseosa de divertirse y que podríamos traducir por «chiflados». Pero más que a la escuela de los simples malabaristas de palabras, Barham pertenece a la de Hood y de Thackeray, el último de los cuales fue uno de sus más inmediatos imitadores en este género. Sin ignorar las «falsificaciones» de Chatterton, Barham dio alegres y hábiles refundiciones, imitaciones bonachonas e inocuas, a pesar de que en su tiempo el autor fuera acusado de intemperancia, de poco respeto a las tradiciones medievales e incluso de parodística prostitución del arte y de poner en ridículo instituciones de la Iglesia de Inglaterra. Es evidente la desproporción entre las acusaciones y la inofensiva intención del autor, cuyo lema hubiera podido ser: «Ámame y ríete de mí». Hoy la colección de Barham, que contiene también «leyendas» en prosa, goza de cierta popularidad, no inmerecida por la seguridad de su mano en el juego burlón y divertido del arabesco y de la burla, que llega a su punto culminante en la «Corneja de Reims» [«The Jackdaw of Reims»].
A. Camerino