Las Investigaciones Sobre Francia, Étienne Pasquier

[Les recherches de la France]. Obra erudita de Étienne Pasquier (1529-1615), publicada primero, en un volumen, en 1560, y después ampliada en las ediciones siguien­tes: es ejemplar la de 1607, en siete libros y tres apéndices; la póstuma de 1621 está en diez libros. El erudito sistematiza en un vasto tratado todas las noticias conocidas sobre Francia, desde los orígenes hasta los tiempos en que escribió; considera el valor más o menos histórico de los diversos testi­monios y aclara su significado con oportu­nas consideraciones en confrontación con otros documentos de un pasado lejano y en su mayor parte olvidados.

Se trata por tan­to de una especie de enciclopedia, en la que puede notarse cierta unidad de estructura en el modo como se proyectan muchos pro­blemas históricos, sea con mera erudición, sea a través de las cuestiones de historia eclesiástica, política y a veces literaria. Entre los más notables temas de tales discusiones doctrinarias han de notarse los del primer libro: desde César, que no creyó nunca bár­baros a los galos, al valor del nombre de galo, a la decadencia de la civilización gala (por males propios y no por las victorias romanas); siguen ciertas noticias de la an­tigua tradición de Francia, hasta el adveni­miento al trono de Faramundo. En el se­gundo libro se habla de la Iglesia de Roma y de la posición del clero francés; se estudia la relación entre los cargos de nombramiento papal y los de nombramiento real en el cuadro de las libertades galicanas, y se recuerda, en la lucha contra los jesuitas, la obra de la Universidad de París. En los libros siguientes se explican varias orde­nanzas jurídicas y se mencionan varios asuntos, desde la invención de la imprenta al juego de ajedrez, y a las peripecias más salientes de Francia, entre ellas la parti­cipación en las Cruzadas. Se explica en par­ticular el origen de la poesía francesa, mencionando los versos leoninos y la poesía provenzal. Se exalta el valor de la poesía francesa en relación con la latina y hasta con la italiana; es notable la apreciación de las dos poesías medievales, vivísima la admiración por la Pléyade.

Por último, se alaban los méritos de la lengua francesa y el carácter de su evolución histórica; pero al lado de la afirmación de que las lenguas no son más que instrumentos de belleza literaria y que no tienen valor en sí y por sí, están las enumeraciones puramente doc­trinales sobre el significado y el origen de varios vocablos. La obra de Pasquier es también famosa por la claridad del estilo y por el sentido moral que inspira la reivin­dicación de los valores morales del hombre a través de la civilización francesa, desde los orígenes hasta que el libro se escribió.

C. Cordié