[Les maladies de la volonté]. En esta monografía, publicada en 1883, como en las análogas sobre las enfermedades de la memoria, de la atención, de la personalidad, el autor se adhiere plenamente a la filosofía positivista y a los postulados del evolucionismo, echando las bases de la psicología experimental.
Para él la voluntad no es una facultad, sino el resultado de la coordinación más o menos compleja de un grupo de estados de conciencia; es el momento en la evolución de las leyes de los reflejos en que, entre el período de excitación y el período motor, aparece un hecho psíquico capital: la volición, es decir, la conciencia de una selección entre las distintas tendencias y sentimientos jerárquicamente coordinados en el individuo. Entre volición y acción no existe relación de causa a efecto, sino relación de simple concomitancia, y su común factor determinante es el organismo, producido a su vez por elementos hereditarios, por influencias exteriores y biológicas.
Las formas patológicas de la voluntad pueden clasificarse: como carencia o debilidad de impulsos motores, aun subsistiendo la volición (abulias conscientes), y como exceso de impulsos con debilitación o desaparición de la capacidad de coordinación (impulsos irresistibles). Con estas categorías se relacionan los casos de coordinación extremadamente inestable, cual la incapacidad de atención voluntaria y los caprichos histéricos. Existe por fin el caso de anulamiento de la voluntad como coordinación y como acto, en las diversas formas de estados de éxtasis (éxtasis místico, profano, sonambulismo, etc.) y en la idiotez. El autor cita casos clínicos de cada una de las formas patológicas, pero en lo que se refiere a las causas primeras de los estados particulares propone hipótesis calificadas por él mismo sólo como probables. Por eso la monografía, útil para la historia de la medicina’ psicofísica, puede considerarse ya como científicamente superada.
B. Treves