Las Aventuras De Nigel, Walter Scott

[The for­tunes of Nigel]. Novela de Walter Scott (1771-1832), publicada en 1822, que en cierta manera es la continuación de Kenilworth (v.). Scott quería presentar en ella el con­traste entre las rudas costumbres de una época bárbara y la sobriedad y morigera­ción excesivas del puritanismo naciente. Pero el interés se concentra en las aven­turas de un escocés en Londres. Este esco­cés es el joven Nigel Oliphaunt, lord Glenvarloch, amenazado con perder las tierras de sus abuelos si no puede librarlos pronta­mente de una abrumadora hipoteca. Se tras­lada a Londres para intentar recuperar del rey Jacobo I la cantidad de 40.000 marcos que el padre de Nigel prestó al rey en un momento de apuro. El rey consiente en fir­mar una orden de pago contra el tesoro escocés por aquella suma a favor de Nigel. Pero aquellas tierras despiertan la ambición del príncipe Carlos y del Duque de Buckinghám, y Nigel halla grandes dificultades para cobrar aquella suma. Lord Dalgarno, el favorito de Carlos y de Buckingham, un redomado bribón, poseído de todos los vi­cios, intenta extraviar a Nigel, lo mantiene alejado de la corte y difunde calumnias acerca de él. Nigel, descubierta la añagaza, le desafía en el parque de San Jaime, y le hiere, delito por el cual ha de ser casti­gado con la mutilación de la mano derecha. Busca asilo en el Alsatia (un convento de Carmelitas de Londres, con derecho de asi­lo); el ambiente del refugio está vivamen­te descrito.

Después es encarcelado en la Torre de Londres. Mientras tanto Margaret Ramsay, bella y caprichosa hija del an­ciano relojero del Rey, se ha enamorado locamente de Nigel antes que el joven lo advierta. Decidida a representar el papel de ángel custodio, disfrazada de paje, intenta acercarse al rey para defender la causa de Nigel y al mismo tiempo para obtener repa­ración para su ama, lady Hermione, a quien su marido lord Dalgarno ha hecho grave injuria. Margarita se sale con la suya; Ni­gel es liberado y se casa con ella, conmo­vido por su afecto; recupera sus tierras, y lord Dalgarno es asesinado por unos faci­nerosos cuando se dirigía a Escocia para hacer una última tentativa contra las tie­rras de Nigel. Llena de incidentes melodra­máticos, especie de carrera de obstáculos que el protagonista ha de superar, lo rodean peligros de toda especie, nacidos ya de las complicaciones de la ley, ya de maquina­ciones humanas, esta novela es además una vigorosa pintura de la corte del rey Jacobo; también éste, pedante y caprichoso, pru­dente y grotesco, pusilánime y con todo re­gio, es una de las figuras más vivas. [Trad. anónima (Madrid, 1845)].

M. Traz