[The Life of Samuel Johnson]. Obra de James Boswell (1740-1795), publicada en 1791 y considerada como la obra maestra de la biografía inglesa. Samuel Johnson, autor del famoso Diccionario de la lengua inglesa (v.) y de multitud de obras menores de escaso valor literario fue, especialmente por su carácter, una de las figuras más curiosas del siglo XVIII inglés.
Cultísimo, pero indolente, prefirió la palabra a la pluma, y su conversación fue de las más agradables e interesantes, por su humorismo, su erudición, su buen sentido y su espíritu crítico, frecuentemente mordaz. Uno de sus más devotos y leales amigos fue el escocés James Boswell, que durante veinte años, a partir de 1763, se encargó de anotar fielmente las frases, las anécdotas, los juicios, siempre pintorescos y con frecuencia paradójicos, de Johnson, añadiendo al conjunto, después de su muerte, acaecida en 1784, este libro en el que la vida del protagonista está seguida cronológicamente, así como sus conversaciones, que eran las más sabrosas y apreciadas de aquella época, se hallan reproducidas literalmente. De todo ello resultó una obra en la que se observan el agudo ingenio, la vasta erudición y la viva y brillante originalidad de Johnson.
La poderosa vitalidad de Johnson aparece, mejor que en sus obras, en este documento fiel y casi fotográfico de su fuerte personalidad en acción: el hombre rudo, descuidado, de atléticas proporciones, con el rostro señalado profundamente por la viruela bajo la gran peluca despeinada, de carácter inconstante, ya polémico, ya oscuramente melancólico, pero, a pesar de todo, el centro de los salones por su conversación brillante, ingeniosa, sutilmente paradójica, aparece aquí con todo su relieve. A una señora que le preguntó por qué había dado una errónea definición de la palabra «pastera» en su diccionario, le respondió: «por ignorancia, señora, por pura ignorancia» («ignorance, Madame, pure ignorance»); es célebre su frase sobre el paisaje escocés: «Nobles, salvajes perspectivas… la más noble perspectiva que un escocés puede ver es el camino principal que le pueda llevar a Inglaterra» (alusión a lo advenedizos que son los escoceses); y en otra ocasión: «Una mujer que predica es como un perro que anda sobre las patas traseras.
No es una cosa bien realizada, pero resulta sorprendente sólo por el hecho de que se haga». Habiendo experimentado por sí mismo la miseria, sostenido por una profunda fe, era además sinceramente caritativo; lo demuestran el viejo médico y las cuatro mujeres miserables que él mantenía y que se lo recompensaban el uno con su charlatanería y las otras con sus caracteres insufribles, chismosos y envidiosos. La obra ha gozado y goza todavía de gran popularidad en Inglaterra.
M. Borsa
…La Vida de Johnson de Boswell…, considerando las personalidades eminentes a las que continuamente se refiere, el conjunto de los distintos detalles minuciosos y los alegres chismes que narra vivazmente, puede definirse, sin lugar a dudas, como el mejor libro de información y confidencia mundanas que se haya escrito jamás. (Scott)
Libro considerado por nosotros de mayor valor que cualquier otro producto del siglo dieciocho. (Carlyíe)
Es sin duda una grandísima obra. Con la seguridad con que se dice que Homero es el primero de los poetas heroicos, Shakespeare el primero de los dramaturgos, Demóstenes el primero de los oradores, puede decirse que Boswell es el primero de los biógrafos. No tiene igual. Ha alejado de tal manera a todos los competidores, que es vano intentar clasificarlo. Hasta tal punto oscurece a todos que llega a anularlos. (Macaulay)