[La tradicio catalana]. Obra del obispo de Vich, Josep Torras i Bages (1843-1916), cuyas múltiples facetas le convirtieron, en frase de Rubio i Lluch, en una especie de Kempis de la sabiduría catalana.
Consta de dos partes o libros : «valor ético del regionalismo catalán» y «valor regional del regionalismo catalán», siendo la primera la más interesante por su carácter doctrinario. Analiza la esencia de la tradición y del regionalismo, y su oposición al uniformismo propagado por el triunfo de los ideales de la Revolución francesa, y afirma que «la Iglesia es regionalista porque es eterna». Examina la encíclica «Libertas» del papa León XIII (20 de junio de 1888) y deduce de ella los siguientes principios: la libertad civil es propia del cristianismo y la forma regional es la adecuada a la libertad cristiana. Defiende el empleo de la lengua vernácula por la Iglesia y afirma rotundamente : «enseñar el catecismo a los niños (catalanes se entiende) en lengua castellana es una costumbre detestable, perniciosísima y destructora de la fe». «El que quiera agradar que predique en castellano, pero el que quiera sacar provecho que lo haga en catalán». Insiste en que» la vida regional favorece la moralidad social.
Consideraciones sobre una «Universidad de Cataluña», como complemento de una «resurrección regional», con severas críticas de las universidades calcadas en el concepto napoleónico y simples sucursales del ministerio de Fomento. En el libro segundo examina el pensamiento de San Raimundo de Peñafort, del beato Raimundo Lulio, de San Vicente Ferrer — con aplausos a su gestión política en el Compromiso de Caspe, que entronizó en la Corona de Aragón la dinastía catalana de los Trastamaras, en la persona de Fernando I —, de Francisco Eiximenis, de Ausias March y de Juan Luis Vives. Contiene también indicaciones sobre el espíritu de la escuela jurídica catalana y análisis de la escuela cerverina, particularmente de Finestres y Balmes.
J. Regla