La Torre, William Butler Yeats

[The Tower]. Colección de poesías del autor irlandés William Butler Yeats (1865-1939), publicada en 1928. Si ya, con algunas de las poesías de las colec­ciones anteriores, se puede considerar que el poeta está fuera de la fase estética que le había llevado a modos expresivos propios del Decadentismo (v.), del que había con­tribuido a alejarle su interés por el destino político de Irlanda, mantiene sin embargo, por las huellas que dejó en él el esteticismo y por sus aspiraciones y actitudes intelec­tuales, una fisonomía que tiene los carac­teres de finales de siglo.

En estas poesías, algunas de las cuales se remontan a 1919-20, años de los levantamientos irlandeses, apa­recen mezclados los resultados del estudio hecho por el poeta de algunas figuras del pensamiento griego, y los de sus incursiones en el campo de la filosofía india y empirista. En «Navegando hacia Bizancio» [«Sailing to Byzantium»] nos representa esta ciudad como el mundo de las formas pla­tónicas libre del flujo del Futuro, del que brota un mundo «de podredumbre y sangre». Pero el mundo del Futuro es el dominio del tiempo, al que no siempre se puede uno sustraer, y encuentra su expresión más noble en el hombre de acción. De aquí la admiración del poeta por Parnell, héroe nacional irlandés. La coexistencia de los dos mundos, del absoluto y del relativo, toma forma poética en el tema, muy frecuente en esta colección, del mito de Leda: el eterno (Zeus) requiere a la mortal (Leda) y la mortal requiere al animal (Cisne) con que el eterno se identifica, por impulso del deseo que le hace bajar al mundo del Futuro. Entre lo divino y lo humano se cumple así un ciclo que cierra el círculo de la eternidad.

No está desprovisto de sig­nificado el que, también por el sincretismo ideológico de Yeats, junto a este mito clásico se encuentre el emblema indio de la serpiente que se muerde la cola, símbolo de la eternidad. Sobre este compuesto pai­saje espiritual se levanta el poema que da título a la colección: una torre que Yeats efectivamente había adquirido en el con­dado de Gálway y que simboliza la humana aspiración hacia lo divino. Con estas aspi­raciones contrastan las luchas civiles y el espectáculo de la guerra, violencias lamen­tadas por el poeta en tres de sus poemas mayores: «The Three Monuments», «Meditation on Civil War» y «Nine Hundred and Nineteen». En esta última la esterilidad del odio está simbolizada por las nubes, y la vanidad de la fría lógica por los halcones.

La poesía de Yeats, cuya continua tensión espiritual a veces resulta perjudicada, desde el punto de vista lírico, por el relieve de­masiado acusado de las ideologías y las notas polémicas, es incomparable por su musicalidad, la perfección de su técnica y la sutileza de su pensamiento; sus símbolos, aunque a menudo oscuros, están sumergidos en la magia evocadora de la atmósfera in­tensamente poética, en la que el escritor irlandés funde los motivos originales de las antiguas leyendas de su tierra con una ’propia y poderosa inclinación misticoimaginativa. (Premio Nobel 1923.)

D. Pasolini