La Torre de Nesle, Alexandre Dumas (padre)

[La Tour de Nesle]. Drama en cinco actos y en prosa de Alexandre Dumas padre (1803-1870) y Frédéric Gaillardet (1808-1882), estrenado en 1832.

Una leyenda hizo de la torre, de la que toma su título la obra, el lugar donde Margarita de Borgoña, reina de Francia, esposa de Luis X, y sus hermanas se encon­traban con sus amantes, que un amanecer fueron muertos y arrojados al Sena. La le­yenda dio el motivo al drama, uno de los primeros del teatro romántico, después del triunfo del Hernani (v.) de Víctor Hugo, en 1830. León de Bournonville, paje del duque de Borgoña, es el amante de la prin­cesa Margarita; de su relación nacen dos hijos. El duque de Borgoña quiere encerrar a su hija en un convento; para que ello no ocurra, Margarita persuade a León para que mate al duque. Pero, horrorizada ante el crimen, y para que el paje se olvide de su pasión y sus consecuencias, le ordena que parta, entregando los recién nacidos a un hombre para que los ahogue. Pero éste no tiene el valor de cumplir el crimen y los abandona frente a Notre-Dame después de marcar en los brazos de los dos una cruz con su puñal; el antiguo paje, convertido en un valeroso oficial de nombre Buridano, regresa a París.

Los expósitos son ahora los apuestos caballeros Felipe y Gualtero de Aulnay. Felipe, en la triste torre de Nesle, muere asesinado; Gualtero, que quiere ven­gar su muerte, está enamorado de Marga­rita, quien mandó matar a su hermano, siendo además (sin saberlo él) madre de los dos; sin embargo, experimenta hacia Gualtero, quizás por vez primera en su vida, un sentimiento puro. Decide matar a Buri­dano, ya que éste sabe que la reina mandó matar a Felipe; pero éste revela su verda­dero nombre y consigue hacerse nombrar ministro. Buridano sabe más tarde, por casualidad, que Gualtero es su hijo, cuando ya le había perdido enviándole a la torre de Nesle, donde por orden del rey (orden que él había provocado) se arrestaría a todos los que allí se encontraran. Corre a ese lugar, entra por la ventana y no con­sigue salvarle la vida, ya que el joven — tomado por Buridano, que la reina había mandado eliminar — muere asesinado. Mar­garita y el antiguo paje se reconcilian en nombre de sus hijos muertos y sufrirán la misma suerte, ya que los dos son detenidos.

Drama artificial, lleno de efectismos y si­tuaciones sorprendentes, escrito en una len­gua rica y llena de colores, fue punto de partida de un gran número de dramas románticos populares que hicieron vivir en la escena, más o menos felizmente, una Edad Media poco respetuosa con la historia, ingenua, aunque provista de un especial encanto.

G. Falco