Sonetos en dialecto romanesco de Cesare Pascarella (1858-1940), de 1882 (reimpresos en el volumen Sonetti, 1911). Es una serenata trágica que acaba con dos homicidios. Estos cinco sonetos, como todas las historias épicas, dramáticas o humorísticas de Pascarella, están puestos en boca de un imaginario hombre del pueblo y reproducen la vivacidad y las emociones de un alma primitiva.
Ya el hecho de que Righetto (el narrador), a la invitación de la serenata, tome su mandolina, su pipa y su navaja, hace adivinar lo que va a ocurrir. Pero el relato está animado con la rapidez de acento propio de la escena («Lloviznaba. No pasaba nadie»), y cobra fuerza por aquella ruda elocuencia de las impresiones: «¡Cállate, que me parece verle!» El homicidio es uno de los argumentos preferidos de la musa popular, pero aquí el arte lo salva de aquella sumaria bravura que es habitual en la poesía dialectal.
F. Pastonchi