[La filie Élise]. Novela naturalista publicada en 1877. Describe la vida de una prostituta que, después de dolorosas aventuras, se ve inconscientemente impulsada al delito. El escritor trata este tema de modo «austero y casto», censurando a quienes fraudulentamente tratan en los libros de casos de prostitución clandestina y se refiere, en un prefacio polémico, a su novela precedente, Germinia Lacerteux (v.).
Hija de una comadrona acostumbrada a prácticas ilícitas y a enredos de todas clases, la pequeña Elisa empieza muy pronto a aprender los vicios y bajezas que manchan la sociedad, y adquiere un sentido de rebelión hacia la vida familiar en su deseo de una existencia nueva. Apenas llegada al umbral de la pubertad se entrega al primer llegado; después se escapa con una prostituta y pone en venta su cuerpo en una casa de placer. La pequeña ciudad en que se encuentra al principio la acostumbra a una vida sencilla y, en algunos momentos, agradable; pero se aburre, y, con la lectura de novelas, concibe nuevas esperanzas y nuevas satisfacciones.
Así nace en ella, insensiblemente, un afecto devoto por un corredor de comercio que habla de planes revolucionarios y parece un aventurero; acaba siguiéndole y efectuando su miserable «trabajo» en varias ciudades de Francia, considerando a dicho hombre como a su verdadero amante. Pero cuando se entera que se trata de un agente de baja extracción, le deja con desprecio. Cansada de vivir, se ve reducida a una ínfima casa parisiense. Siente simpatía por un pobre soldado y ve en él la esperanza de renovar su existencia. En un hermoso día de sol, ansiado desde hace tiempo, sale con él, pero en la alegría del paseo sentimental cerca del Bois de Boulogne y por el cementerio abandonado, no quiere ceder al inesperado ardor del soldado y, en un ímpetu frenético, le hiere con una navaja.
Detenida bajo la acusación de haberle matado para robarle, no se defiende; condenada a muerte e indultada, es encerrada en un penal. Allí pasan los años: en el mudo dolor y en el odio profundo hacia la sociedad, revive su tragedia, leyendo a escondidas una carta de amor del soldado, su sueño y su tormento espiritual, hasta que, después de un largo período de condena, los directores advierten, por casualidad, su incipiente locura; recluida en otra sección del penal, la miserable Elisa pasa a imaginar como única edad de su vida la felicidad de los años juveniles, en un bosque de su pueblo, hasta que la muerte da fin a su drama. La novela, que se inicia con la condena de la homicida y termina con su muerte después de un terrible silencio forzado, está basada en una continua requisitoria contra el sistema penitenciario de tipo norteamericano, considerado cruel e inhumano.
El autor, que a menudo interviene en la obra con disquisiciones polémicas, se abandona también a desahogos satíricos contra figuras y autoridades de un modo que desvía el relato de las andanzas de la desgraciada muchacha, víctima del ambiente y de los vicios familiares. [Trad. española de F. Orfila con el título de La joven Elisa (Barcelona, 1874) y de Alejandro López White con el título de La ramera Elisa (Valencia, 1902)].
C. Cordié