Drama en prosa del escritor español Manuel Tamayo y Baüs (1829-1898), estrenado en el Teatro del Príncipe, de Madrid, en enero de 1855 y editado el mismo año. Se trata indudablemente de la mejor producción de género histórico del dramaturgo madrileño, cuyo tema es la pasión de doña Juana la Loca por su marido don Felipe el Hermoso. La obra se desarrolla en un plano romántico; con todo, el empleo de la prosa confiere al diálogo y a las situaciones mayor verismo y una notable fuerza dramática expresada sin excesivos alardes retóricos. La trama es sencilla, eminentemente teatral, y se. basa en una de las numerosas infidelidades del rey, cuya figura pasa a segundo término ante la sensible y a la vez vigorosa personalidad de la «reina loca», cuyo secreto sentimiento amoroso se nos va revelando en hábil gradación a través de escenas en las que el autor conjuga magistralmente la eficacia de su arte con la verdad histórica certeramente intuida. Sobre un fondo de perfidias políticas y ambiciones cortesanas, desarróllase con intachable dignidad literaria el trágico conflicto entre la esposa apasionada hasta el extravío, el marido frío y correcto y la amante de raza mora, inquietante y fanática. La obra ha sido llevada al cine con notable éxito de público.