Obra en tres jornadas del autor español Lope Félix de Vega Carpió (1562-1635); se publicó por primera vez en la Parte VII… (Madrid, 1617). El verdadero título de la obra es Las paces de los reyes y la judía de Toledo. La fuente de la obra de Lope la constituye la Crónica General (v.) de Alfonso X, tan cercana, en el tiempo, al momento de la vida de Alfonso VIII de Castilla, protagonista de la obra. Lope cambia sólo los datos de la Crónica en beneficio de un mayor dramatismo (así en la obra Raquel, la judía muere por los celos de la reina, mientras que en la Crónica — aparte de que no se le da nombre — es muerta por la venganza de los nobles castellanos).
El primer acto nos presenta el momento de la minoría de Alfonso VIII (las luchas por la tutoría de los Laras y los Castros). Los actos segundo y tercero nos presentan al rey ya en su mayoría de edad, y es entonces cuando el drama adquiere verdadero interés, al enamorarse el rey — que está casado con doña Leonor de Inglaterra — de la judía Raquel. Una vez muerta ésta, tiene que bajar un ángel a consolar al rey. La obra termina con la victoria de las Navas de Tolosa, señal que es interpretada como perdón divino, como antes, cuando vivía en pecado, había perdido la batalla de Alarcos. Esta obra, a la que han dedicado gran atención Grillparzer y Farinelli, puede considerarse como una de las mejores del ingenio español. Como otras obras suyas (v. Perseo), fue duramente criticada por los preceptistas neoclásicos, que no podían de ninguna manera admitir ni comprender las licencias de Lope (que Alfonso en el primer acto sea un niño, y sea mayor en los otros dos; la presencia de elementos sobrenaturales en escena, etc.).
El asunto de los amores entre el Rey Alfonso VIII y la «fermosa judía» fue insinuado por el mismo Lope en el libro XIX de su Jerusalén conquistada. La obra, posee grandes aciertos en el dramatismo de su argumento, en las descripciones, situaciones, etc. Los críticos, al igual que en el caso de El caballero de Olmedo (v.), han insistido mucho en el carácter romántico de la obra. A partir de la obra de Lope, diversos autores han tratado el tema de los amores de Alfonso VIII con la judía Raquel: Raquel, poema de don Luis de Ulloa Pereyra; La desdichada Raquel (v. Obligar contra su sangre), drama de Mira de Amescua; La judía de Toledo, comedia de Diamante, y la Raquel, de García de la Huerta (v. más abajo); finalmente, Grillparzer la imitó en su obra La judía de Toledo (v. más abajo).
A. Comas