La Gran Pascua Rusa, Rimsky-Korsakov

Poema sin­fónico de Rimsky-Korsakov (1844-1908). La fórmula del poema sinfónico es una inven­ción de la escuela romántica. Permite a los compositores ilustrar musicalmente un texto literario, conservando, sin embargo, una to­tal libertad de inspiración. El poema o el argumento escogidos no son sino un pretexto, un simple hilo indicador que el mú­sico interpreta según su propia personali­dad. El gran compositor ruso Rimsky- Korsakov compuso siete poemas sinfónicos: Antar, Capricho español (v.), El cuento má­gico (v.), Sadko (v.), Sherezade, La gran Pascua Rusa y La ciudad invisible de Kitej (v.). Estableció el comentario literario de su partitura apoyándose musicalmente sobre los temas litúrgicos de la Iglesia ortodoxa: «La Introducción, bastante larga y lenta, evoca las profecías de Isaías sobre la resurrección de Cristo. Los sombríos colores del lúgubre andante representan el Santo Sepulcro iluminándose en el momento de la Resurrec­ción, en el pasaje del allegro. El principio del allegro («Aquellos que le odiaren hui­rán ante su faz»), armoniza con la alegría que caracteriza la ceremonia; la solemne trompeta del arcángel alterna con el gozoso sonar, casi de danza, de las campanas, interrumpido de vez en cuando por la lectura rápida del diácono o por el canto del sacerdote que lee en el libro santo la Buena Nueva. El tema «Cristo ha resucitado» apa­rece entre la llamada de las trompetas y el repicar de las campanas formando una coda solemne. Esta partitura puede parecemos de carácter esencialmente pagano: los re­galos de Pascua, los innumerables cirios en­cendidos, los sacerdotes cantando, «allegro vivo», la gloria de Dios; pero Rimsky-Korsakov recuerda haber visto en Moscú, en la plaza Wladimir, un mujik medio borracho danzando al ritmo del carillón de Pascua, y es este regocijo un poco desordenado el que queda en su mente como símbolo de las Pascuas en la Santa Rusia. La descripción es sorprendente de color y de vida. La sola orquestación, principalmente con sus efectos de campanas y su virtuosismo pic­tórico, señala una fecha importante en la historia de la música.