La Fontana de Oro, Benito Pérez Galdós

Ésta es la pri­mera de las novelas de Benito Pérez Galdós (1843-1920), publicada en 1870, que a pesar de juicios decididamente favorables, se resiente de graves defectos. La novela, como no es de extrañar, tiene su tesis: lite­raria, moral, política, etc. Las palabras pre­liminares del autor pueden explicar alguno de los motivos: «los hechos históricos o novelescos contados en este libro, se re­fieren a uno de los períodos de turbación política y social más graves e interesantes en la gran época de reorganización, que principió en 1812 y no parece próximo a terminar todavía. Mucho después de escrito este libro, pues sólo sus últimas páginas son posteriores a la revolución de septiembre, me ha parecido de alguna oportunidad en los días que atravesamos por la relación que pudiera encontrarse entre muchos sujetos aquí referidos y algo de lo que aquí pa­sa…». Fácilmente se comprende que, con estas observaciones, el argumento externo sea lo menos importante de la novela. No obstante, se consigna: La Fontana era, por 1821, un café donde se reunían los liberales madrileños a preparar sus revoluciones.

En él hizo sus primeras armas Lázaro, estu­diante aragonés «de recto y noble corazón», que recién llegado a la Corte debe vivir con Elias Coletilla, su tío, depravado ejem­plar de intransigencia religiosa, reproba­ble oscurantismo y maldad, escondido so capa de catolicismo. Este Coletilla, que ade­más es absolutista furibundo, traidorzuelo de camarilla y delator asalariado, tiene una sobrina, Clara, cuya educación enco­mienda a las señoras de Porrillo y Venegas, tres arpías de la misma calaña que el fantoche, viejas linajudas y ya arruinadas. Coletilla trató de estorbar los amores de Clara y Lázaro. Por otra parte, el coman­dante Bozmediano se enamoró también de la doncella, pero dotado de alma noble y generosa, decidió liberar a su rival en amores, a la sazón preso por motivos polí­ticos. Bozmediano entra en casa de las Porreño en una ausencia de éstas y habla a Clara; descubierto el lance, la muchacha es arrojada de la casa. Tras una serie de peripecias, Lázaro y Bozmediano descubren el paradero de Clara y, al final, generosa­mente ayudados por el comandante, los dos jóvenes huyen al pueblo de Lázaro, donde se casan. Los tipos de la novela son acarto­nados, carecen de flexibilidad: el honor, la abyección, la bondad o el crimen son ca­tegorías que el autor ha distribuido previa­mente y que informan, sin quebranto, a to­das las figuras que cruzan por la novela. La evocación de las reuniones políticas en los cafés y la descripción de los motines callejeros acaso sean, en ella, los, logros más conseguidos.

M. Alvar