La Flor Sombría, John Galsworthy

[The Dark Flower]. No­vela inglesa de John Galsworthy (1867- 1933), publicada en 1913. Tres períodos de la vida de un hombre, tres amores, una flor que en su sombrío color simboliza el ardor de la pasión, forman el argumento de la narración, que se divide, por lo tanto, en tres episodios. Marco Lennan tiene dieci­nueve años y durante unas vacaciones en el Tirol se enamora de la esposa de uno de sus profesores, Ana Stromer. La mujer, todavía joven, llena de fuerza y de vitalidad, que no quiere a su marido, intenta inútilmente luchar contra el amor hacia Marco, que siente brotar en su corazón, y acaba ce­diendo, abandonándose por completo a la dulzura del nuevo sentimiento. Una noche, Marco encuentra en su habitación un cla­vel violáceo dejado por Ana y, al poco rato, al salir a la terraza, es alcanzado por ella, que le abraza apasionadamente y huye llevándose la flor. Al día siguiente, Marco tiene que marcharse, reclamado a su patria por la boda de una hermana; de esta ma­nera vuelve a ver a Silvia, una antigua compañera de juegos, que le atrae con su dulzura y su ingenuidad. Poco tiempo des­pués Ana le sigue, empujada por el deseo. Pero pronto comprende que sus treinta y cinco años no pueden nada con los dieci­séis de Silvia y renuncia al muchacho.

Y cuando el joven corre a la estación para verla por última vez, Ana le tira por la ventanilla del tren un clavel oscuro: la flor que le había dado un día y que más tarde le había quitado. Al cabo de seis años, Marco Lennan se halla en Montecarlo y se enamora de una joven beldad, Olivia Cramer, que parece corresponder a su amor. Pero Olivia, que está casada con un hombre al que no ama, es llamada de pronto a Lon­dres por su marido. Incapaz de estar dema­siado tiempo cerca de él, la mujer abandona la ciudad y se establece en una casita a orillas del río. El marido la sigue: quiere a su mujer y, comprendiendo que ella le hu­ye, se convierte en un ser receloso, duro, sombrío, decidido a no ceder frente a su joven rival, cuya existencia ha llegado a conocer. Marco y Olivia, arrastrados por la pasión, han decidido huir. Pero el marido los sorprende en el río y, en su furor, se precipita con una barca contra la de ellos. Olivia, asustada al descubrir a su marido, pierde la razón y de un salto desaparece en las aguas. Los dos hombres, después de afanosa búsqueda, la dejan muerta en la orilla. Sobre su vestido blanco resalta un clavel encamado. Después de estas aventu­ras de juventud, encontramos nuevamente a Marco Lennan a los cuarenta y siete años, escultor, ahora ya célebre y rico.

Acabó casándose con la gentil Silvia; pero nunca ha experimentado por su mujer un senti­miento profundo y siempre ha estado con­vencido de que ella, en su tranquila sua­vidad, era incapaz de una verdadera pa­sión. En esta situación se siente atraído por el caprichoso y violento amor de una muchacha de dieciocho años, Nora Dromore, hija de un colega. Marco, ya avanzado en años, procura inútilmente substraerse a la decidida voluntad de la romántica mu­chacha, que una noche, al regresar excitada del teatro, aprovecha un momento en que se encuentran los dos a solas y le deja en la mano el clavel encarnado que ella había llevado en sus cabellos. Por fin, Marco se decide a confesar a su mujer su debilidad. Por el dolor de su esposa, que, sin embargo, estaría dispuesta a sacrificarse y quedar aparte, comprende cuán profundamente Sil­via le había amado y le amaba y encuen­tra en este amor la fuerza para renunciar a Nora y marcharse con su mujer a Italia. La fácil elocuencia pasional con que están expuestos estos distintos episodios, el sím­bolo común y sugestivo de la «flor obs­cura» y cierta agudeza de análisis asegura­ron al libro un gran éxito, a pesar de su fundamental debilidad y su carácter frag­mentario, ya que la trama vive solamente por ciertos felices momentos episódicos.

A. Castelli