[Le Streghe]. Composición para violín y orquesta, op. 8, de Niccoló Paganini (1784-1840), escrita en 1813 sobre una melodía extraída del ballet El nogal de Benevento de Franz Xaver Süssmayer, discípulo de Mozart y de Salieri, conocido sobre todo por haber terminado la partitura del Requiem (v.) del primero de ellos. La entonación literaria y el título de la composición de Paganini fueron en parte la causa de la inmensa popularidad de este fragmento durante el XIX, el cual, incluso hoy día, es frecuentemente ejecutado, en su versión para violín y piano, por los virtuosos más célebres. En esencia Las brujas puede ser definida como una página de puro virtuosismo; a una «Introducción» sigue un «Larghetto» de carácter patético y apasionado, después del cual un «Andantino» enuncia el tema de las variaciones; en ellas el autor demuestra, a menudo con efectos melodramáticos, la técnica del instrumento: «dobles cuerdas» en «terceras», «sextas» y «octavas», «pizzicati», imitaciones en «armónicos» sencillos o dobles, etc. La composición es un documento singular del gusto paganiniano por el virtuosismo; su íntimo valor musical se reduce, como en otras páginas del célebre violinista, a un eclecticismo nunca resuelto en efectiva emoción, limitado por la mecánica del objetivo virtuosista.
P. Scazzoso
Se podría escribir un volumen para decir todo lo que Paganini ha creado… en combinaciones nuevas y desconocidas. Sus melodías tienen la amplia respiración de las melodías italianas, pero enriquecidas por un impulso apasionado que raramente encontramos en las mejores páginas de los compositores de melodrama de su país. Sus armonías son siempre claras, sencillas y de extraordinaria sonoridad. (Berlioz)
Sus composiciones tienen cualidades nobles y meritorias. (Schumann)