Ópera cómica en dos actos de Giovanni Paisiello (1740-1816), sobre libreto de Giuseppe Palomba, representada en Nápoles en 1788. La acción, intrincada si las hay, se desarrolla en torno a Rachelina, bella molinera, por la cual suspiran un notario, un barón y un gobernador. El barón, don Caloandro, está prometido con la baronesa doña Eugenia y el notario Pistófolo está a punto de estipular el acto de su matrimonio, cuando aparece Rachelina. Caloandro se pone a cortejarla, sin hacer caso del enojo de doña Eugenia. Entre tanto, el notario, que se ha quedado solo con la molinera, le pide que se case con él. La misma propuesta quieren hacer Caloandro y el gobernador Rospolone, y encargan al notario que hable en nombre de ellos; pero el notario fingiendo traerles la respuesta de Rachelina les trata de asnos y locos. Después de numerosas escenas movidas, entre las cuales destaca la de doña Eugenia y del gobernador en casa de la molinera para sorprender allí a Caloandro y al notario, que logran escapar disfrazados de molinero y de jardinero, Rachelina se casa con el notario. A pesar de la endeblez de la trama la figura de Rachelina es original y graciosa, y Paisiello ha sabido escribir para ella páginas musicales dignas de él. Una estupenda sencillez, de gracia a menudo mozartiana, caracteriza todas las arias de la protagonista, comenzando por la primera, con la que se presenta en escena. El dueto con el notario, quien le pide que se case con él, el aria “Nel cor più non mi sento”, llena de serena añoranza por la juventud que pasa, como también el último dueto de ella con el notario, que es ya su marido, sobre una dulce cantilena, figuran entre las páginas más vivas y lozanas de la ópera. Otras páginas admirables son el cuarteto del primer acto, en el cual el notario refiere al barón y al gobernador la respuesta que les da Rachelina, y el quinteto del segundo acto cuando Caloandro y Pistófolo salen disfrazados. La bella molinera es la más exquisita y tal vez la más perfecta de las obras cómicas de Paisiello. Beethoven escribió seis célebres variaciones sobre el tema «Nel cor piü non mi sentó» y nueve sobre el tema del quinteto que por la pureza de su línea melódica es característica del estilo de Paisiello.
M. Dona