Juárez Y Maximiliano, Franz Werfel

[Juárez und Maximilian]. Es una «Historia dramática» (que no equivale a drama histórico) en tres fases y trece cuadros, del escritor austríaco Franz Werfel (1890-1945), publicada en 1927. Aunque el teatro no sea el fuerte de Wer­fel, ajeno a toda rebusca de efecto y diri­gido sólo a la representación psicológica en formas lírico épicas, esta obra obtuvo en los escenarios un éxito notable. Con ella el poeta renuncia definitivamente a todos los procedimientos estilísticos del Expresionis­mo (v.) que había usado abundantemente en el Hombre del espejo [Spiegelmensch], 1920.

La pomposa rebusca estilística cede el lugar al nuevo sentido práctico de la rea­lidad, así como simbólicamente, el repre­sentante de la vieja Europa, Maximiliano de Habsburgo, hermano de Francisco José y emperador ficticio de México, ha de ceder ante el adalid popular de un mundo nue­vo, Juárez. Este drama está fundado en el histórico episodio de este conflicto, pero tiene el defecto de iniciarse en la parábola descendente de la acción, representando de este modo, solamente, la lenta agonía del imperio de Maximiliano, falto de una viva tensión dramática. Un interesante efecto tea­tral resulta en cambio del hecho de que el gran antagonista del Habsburgo, «el asceta del poder» Juárez, no aparece nunca personalmente, sino que sólo se entrevé por me­dio de las acciones y las palabras de sus amigos y enemigos. En torno al antagonismo entre ambas figuras centrales se ven perso­najes simpáticos, como los amigos de Ma­ximiliano, Herzfeld y Basch, y el noble, impetuoso y heroico general adversa­rio, Porfirio Díaz.

Maximiliano, a quien hace traición Napoleón III por mediación del vulgar arribista Bazaine, víctima de las in­trigas y de la ineptitud de los generales y del arzobispo (aquí se advierten reminiscen­cias del Wallenstein, v.), y amargado, por la incipiente locura de la bella, romántica y apasionada Carlota, viola al fin, inconscien­temente y sin culpa, el derecho constitucio­nal, mereciendo su condena a muerte: entonces se eleva con noble y heroica gran­deza, desprecia toda posibilidad de fuga y acepta con consciente firmeza la muerte para expiación de sus culpas humanas, prefirién­dola a una vida inútil y parasitaria de her­mano menor del Emperador austríaco.

C. Baseggio-E. Rosenfeld