Novela del escritor inglés Joseph Henry Shorthouse (1834-1903), impresa en una primera edición privada en 1880 y una segunda pública en 1881. La trama de la acción se desarrolla en la corte de Carlos I de Inglaterra.
John Inglesant, gentilhombre de ideas serias y carácter inclinado al misticismo, en sus primeros años se convierte en instrumento de un jesuita que se sirve de él para realizar sus intrigas políticas, en los últimos años del reinado de Carlos I. Inglesant entra en contacto con la comunidad anglicana de Little Gidding, fundada por Ferrar, y se enamora de Mary Collet, que pertenece a esta comunidad. En la corte de Carlos I toma parte en las peli- . grosas negociaciones para llevar a Inglaterra un ejército irlandés. Pero, al ser descubiertas, el rey se desentiende de él e Inglesant por poco pierde la vida por su fidelidad al rey que sirve. Después de la muerte de Carlos I va a Italia, para descubrir y castigar al asesino de su hermano. En la novela se retrata vivamente la vida italiana de la época, con escenas de intriga política y las luchas de las sectas religiosas; describe la espera de la elección del Papa después de la muerte de Inocencio X. La vida religiosa de John Inglesant, las influencias — como la de Molinos, fundador de los quietistas — a las cuales consigue sustraerse, ocupan gran parte del final, que se cierra con el descubrimiento del asesino, al cual perdona, dejando que Dios lo juzgue.
La novela está escrita en un estilo que imita admirablemente el del siglo XVII; pero recientemente se ha descubierto que Shorthouse copió pasajes enteros de libros de la época sin citarlos (como por ejemplo, ciertas descripciones de lugares italianos no visitados jamás por Shorthouse). La crisis religiosa de Inglesant está estudiada con mucho realismo. La atmósfera del movimiento religioso de Oxford hacía que en ciertos ambientes se viera con agrado una literatura pesada y a veces monótona, en la cual una innegable habilidad está puesta al servicio de una estética evidentemente victoriana. Una extraña atmósfera envuelve cada aventura; y por esto la manera de Shorthouse fue comparada a la oscura sutileza de Hawthorne. Muy leída en su tiempo, la novela goza hoy de poco favor, por su estilo entre pensativo y fatigoso, que le da un aire, para nosotros, de documento casi polémico de la. época.
A. Camerino