Invenciones, Juan Sebastián Bach

Piezas para clavicordio de Juan Sebastián Bach (1685-1750). En Coethen y en Weimar escribió Bach, en 1720, las quince Invenciones a dos voces y las quince Sinfonías, es decir, las quince Invenciones a tres voces destinadas a ins­truir a sus jóvenes discípulos en los secre­tos del contrapunto.

Las tonalidades de es­tas Invenciones se suceden en el orden de las notas de la escala. Casi todas ellas fue­ron compuestas siguiendo el mismo esque­ma: exposición del tema en la tonalidad principal, reexposición en la dominante, desarrollo enriquecido con muy simples mo­dulaciones y, por último, nueva reexposi­ción en el tono indicado en la clave. La primera Invención en do mayor es el ejem­plo tipo de este procedimiento del que hay algunas excepciones, como en la Invención en la mayor que no reexpone el tema en la dominante. Tan sólo las Invenciones en fa menor y en sol mayor están edificadas sobre la combinación de dos temas que se oponen rítmicamente. La mayor parte de los temas se componen, además, de dos fórmulas rít­micas que serán la base del ulterior desa­rrollo. Así la Invención en do mayor pre­senta un tema formado por siete corcheas dobles y cuatro corcheas por compás; la Invención en do mayor expone un tema bastante largo, interrumpido por un ele­mento rítmico de carácter completamente inesperado. Pero estas Invenciones no tienen solamente una intención didáctica; van más allá porque Bach quiere hacer algo infini­tamente grande de lo infinitamente peque­ño. Cada una de ellas tiene un carácter, una atmósfera y un estilo que le son propios. La Invención en sol mayor es una giga de ritmo fuertemente acusado; aquellas otras en fa menor y en sol menor son verdaderos lieder en los que se canta un sentimiento de amor tierno y profundo.

A veces el com­positor se abandona a la fantasía espontá­nea, como en la Invención en fa mayor, donde el acorde perfecto se transforma en alegre repicar, y en las Invenciones en si bemol y en mi mayor, ricas de ornamenta­ción extraordinariamente variada. Las In­venciones no son sólo un admirable trabajo teórico para el estudio del clavicordio: reú­nen, además, los más bellos hallazgos del arte polifónico y muestran la variedad de efectos que se pueden alcanzar con fórmu­las áridas y matemáticas cuando éstas son empleadas por el genio.