Invectivas, Paul Verlaine

[Invectives]. Colección de poemas de Paul Verlaine (1844-1896), edi­tada en 1896. Comienza con un prólogo en verso en el que Verlaine lanza al mundo un amargo desafío, advirtiéndole que, por primera vez, él confía a la poesía una inten­ción precisa: saciar su resentimiento. Cada poema es un acto de condena relativo a un gran número de personas que él ha cono­cido. En el poema titulado «Littérature» son éstas los «Buenos camaradas de la prensa/ y también los de la Poesía/flores de mofa y de bajeza…»; esos cofrades que son los «malos hermanos» — así les llama él — son objeto de una fuerte invectiva. Su amor a su villa de Metz le inspira un violento poema contra «la clase artística que se mofa de la patria». Vienen luego sus invectivas lanza­das contra «Monsieur le Docteur Grand M…, interno de los hospitales», y contra ciertos magistrados, obispos, editores, mecenas y escritores, tal es por ejemplo Edouard Rod, que había cometido la imperdonable falta de tratar a Verlaine de «buen escritor, pero terrible sinvergüenza» y que es a su vez calificado así: «Es un escritor como se es en Suiza/Es un profesor, como pueda serlo un celador/Es elegante como una salchicha/Es obstinado, tanto como… un escor­pión».

La mayoría de los poemas son hasta este punto satíricos y groseros, pero con un aspecto infantil e ingenuo que les hace parecer tonadas o rondas de niños traviesos; sirva de ejemplo aquel destinado a Moréas: «Se dice que soy un asalariado, /es esto lo que Moréas me envía. /Pues bien, soy un asalariado ¡ay de mí! /Es esto lo que me envía Moréas». A veces, cuando Verlaine considera sus penas profundas, interiores, sólo suyas, cuando sus versos abandonan su intención crítica y buscan una inspiración menos externa, entonces se encuentra la poesía en estado de pureza, aquella poesía de sus otras obras, desconcertante entre todas.