Invectiva Contra los Pontífices Romanos, Antonio Paleario

[Actio in Pontífices romanos]. Obra latina del humanista y reformador Antonio Paleario (1503-1570); compuesta casi por completo en 1536, había permane­cido desconocida hasta fines del siglo XVI; publicada por primera vez en Leipzig en 1606, fue reimpresa y traducida varias veces. Es uno de los documentos más significativos del movimiento reformador italiano, y, a través de los influjos de las corrientes evan­gélicas de Lutero y de Melanchton, revela una actitud polémica muy sistemática. Con ocasión del anunciado Concilio de Mantua y después del de Trento, Paleario aboga por la necesidad de un concilio verdaderamente universal y libre, donde los espíritus de los fieles puedan abrirse a la expresión de su real sentimiento religioso. En tal ocasión se deplorarían en voz alta los males del papado que, durante tantos siglos, había concul­cado, al decir de Paleario, la serena mani­festación de las creencias religiosas.

Con violencia de palabras verdaderamente ex­cepcional, Paleario combate bajo todas sus formas las intromisiones del Papado en las cuestiones temporales, como el abandono de la piedad y de la fe, la acogida hecha a creencias y a usos de otras gentes hasta el punto de desnaturalizar el significado de la Buena Nueva. En esta lucha contra los principios de autoridad y de jerarquía re­presentados por la Iglesia, Paleario llega a mostrar algunas características históricas de la institución secular, pero, al mismo tiem­po, señala los males del catolicismo con observaciones que revelan más interés de jurista que sentimiento de creyente. En las ideas del Cristianismo y en la práctica de su culto han penetrado ceremonias y prin­cipios dogmáticos predicados por falsos apóstoles, y contaminados con los verdade­ros de Jesús. De aquí deriva una serie de males por los que el Papado, que cree legis­lar en nombre del Salvador y en virtud de su antigua tradición, no hace sino repetir errores e iniquidades. Esta actitud erudita atenúa la acritud de la requisitoria; pero también pone de relieve su carácter jurí­dico, más que otra cosa, ligado a un aspecto particular de la polémica de los reforma­dores italianos contra la autoridad del Pa­pado, y casi independientemente del inte­rés inmediato por los problemas de la fe.

C. Cordié